Los cambios del clima previstos7 durante el siglo XXI conllevan el riesgo potencial de producir modificaciones futuras a gran escala y posiblemente irreversibles de los sistemas planetarios con impactos de alcance continental y mundial. Estas posibilidades dependen mucho de los escenarios del clima y todavía no ha sido evaluada la serie completa de escenarios plausibles. Como ejemplos pueden citarse una importante disminución de la rapidez de la circulación de los océanos que transporta aguas calientes al Atlántico septentrional, importantes reducciones de las capas de hielo de Groenlandia y de la Antártida occidental, calentamiento mundial acelerado debido a la realimentación del ciclo de carbón en la biosfera terrenal y liberaciones de carbón terrenal de regiones de permafrost y de metano procedente de hidratos en sedimentos costeros. No se conoce bien la probabilidad de muchos de estos cambios en los sistemas terrenales pero es posiblemente muy baja; no obstante, se prevé que esta probabilidad aumente con la rapidez, intensidad y duración del cambio climático (véase la Figura RRP-2). [3.5, 5.7, y 7.2.5]
Si estos cambios de los sistemas planetarios hubieran de ocurrir, sus impactos serían muy extendidos y sostenidos. Por ejemplo, una disminución importante de la circulación termohalina oceánica tendría efectos en los niveles de oxígeno de aguas profundas y en la toma de carbón por parte de océanos y ecosistemas marinos y reduciría el calentamiento sobre partes de Europa. La desintegración de la capa de hielo de la Antártida occidental o la fusión de la capa de hielo de Groenlandia llevarían a una subida mundial del nivel del mar de hasta 3 m en cada uno de los próximos 1.000 años8, se sumergerían muchas islas y se inundarían extensas zonas costeras. Dependiendo de la rapidez de pérdida de la capa de hielo, la rapidez y magnitud con la que el nivel del mar suba podría ser muy superior a la capacidad de adaptarse, sin impactos importantes, de los sistemas humanos y naturales. Las liberaciones de carbón terrenal de las regiones de permafrost y de metano de los hidratos en los sedimentos costeros, inducidas por el calentamiento, aumentarían aún más las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera y amplificaría el cambio climático. [3.5, 5.7, y 7.2.5]
Tabla RRP-1: Ejemplos de impactos resultantes de los cambios previstos en sucesos climáticos extremos. | |
Cambios previstos durante el siglo XXI en los fenómenos climáticos extremos y su probabilidada | Ejemplos representativos de impactos previstosb (elevada confianza de ocurrencia en algunas zonasc) |
Extremos sencillos |
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Temperaturas máximas más elevadas; más días cálidos y olas de calor en casi todas las zonas terrestresd (muy probablea) |
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Temperaturas mínimas más elevadas (en aumento); menos días fríos, días de helada y olas de fríod en casi todas las zonas terrestres (muy probablea) | |
Más sucesos de precipitación fuerte (muy probablea en muchas zonas) |
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Extremos complejos |
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Aumento de la desecación en verano en la mayoría de las regiones continentales interiores de latitud media y riesgo correspondiente de sequía (probablea) |
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Aumento de la intensidad máxima del viento de ciclones tropicales, y de intensidades media y máxima de la precipitación (probablea en algunas zonas)e |
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Sequías e inundaciones intensificadas asociadas a episodios de
El Niño en muchas regiones distintas (probablea) (véase también lo indicado en relación con sucesos de sequías y precipitación intensa) |
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Aumento de la variabilidad de precipitaciones de monzón en los
veranos asiáticos (probablea) |
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Aumento de la intensidad de las tormentas a latitud media (mínima concordancia entre los actuales modelos)d |
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