El sector de los servicios financieros –definido en términos generales como las instituciones privadas y públicas que ofrecen servicios de seguros y de socorro en casos de desastre, servicios bancarios y de gestión de activos– es un indicador singular de los posibles impactos socioeconómicos del cambio climático porque es sensible a ese cambio e integra los efectos sobre otros sectores. Este sector es un agente fundamental para la adaptación (por ejemplo, al prestar apoyo a los códigos de construcción y, en medida limitada, a la planificación del uso de la tierra); los servicios financieros representan mecanismos para distribuir los riesgos, y de esta forma repartir los costos de los sucesos relacionados con el tiempo atmosférico, entre otros sectores y en toda la sociedad. Ahora bien, los seguros, ya sean de entidades públicas o privadas, pueden también alentar la complacencia y la mala adaptación al fomentar el desarrollo de zonas en riesgo, como las llanuras inundables o las zonas costeras de los Estados Unidos. Los efectos del cambio climático sobre el sector de los servicios financieros probablemente se manifestarán principalmente mediante cambios en la distribución espacial, las frecuencias y las intensidades de los sucesos climáticos extremos (Tabla RT-4). [8.1, 8.2, 15.2.7]
Tabla RT-4: Fenómenos relacionados con extremos climáticos y sus efectos sobre la industria de los seguros: cambios observados y cambios proyectados durante el Siglo XXI (basado en la Tabla 3-10; véase también la Tabla 8-1). | ||||||
Cambios en los fenómenos climáticos extremos | Cambios observados |
Cambios proyectados |
Tipo de suceso relevante
para el sector de los seguros |
Escala temporal
pertinente |
Actividades/sectores
sensibles |
Ramas sensibles del
sector de los seguros |
Probabilidad |
||||||
Extremos de temperatura | ||||||
Temperaturas máximas más altas, más días cálidos y olas de calorb en casi todas las zonas continentales | Probablea
(tendencias mixtas para olas de calor en varias regiones) |
Muy probablea |
Ola de calor | Máxima diariasemanal | Fiabilidad del sector eléctrico, asentamientos humanos | Salud, vida, bienes inmuebles, interrupción de las actividades comerciales |
Olas de calor, sequías | Máxima mensualestacional | Bosques (salud de los árboles), recursos naturales, agricultura, recursos hídricos, demanda y fiabilidad de la electricidad, industria, salud, turismo | Salud, cultivos, interrupción de las actividades comerciales | |||
Temperaturas mínimas más altas (en aumento), menos días fríos, días de heladas y olas de fríob en casi todas las zonas continentales | Muy probablea (el GT I no
trató las olas de frío) |
Muy probablea |
Heladas, gelilevantamiento de los terrenos | Mínima diariamensual | Agricultura, demanda de energía, salud, transporte, asentamientos humanos | Salud, cultivos, bienes inmuebles, interrupción de las actividades comerciales, vehículos |
Extremos de lluvias/ precipitaciones | ||||||
Sucesos de precipitaciones más intensas | Probablea
en muchas zonas continentales del hemisferio septentrional a latitudes
medias a altas |
Muy probablea
en muchas zonas |
Inundaciones repentinas | Máxima por hora y diaria | Asentamientos humanos | Bienes inmuebles, crecidas, vehículos, interrupción de las actividades comerciales, vida, salud |
Crecidas, inundaciones, deslizamientos de tierras | Máxima semanalmensual | Agricultura, bosques, transporte, calidad del agua, asentamientos humanos, turismo | Bienes inmuebles, crecidas, cultivos, marítimos, interrupción de las actividades comerciales | |||
Mayor desecación durante el verano y riesgos de sequía asociados | Probablea
en unas pocas zonas |
Probablea
en la mayoría de las zonas continentales interiores de latitud
media falta de coherencia en las proyecciones para otras zonas) |
Sequía de verano, subsidencia de los terrenos, incendios devastadores | Mínima mensualestacional | Bosques (salud de los árboles), recursos naturales, agricultura, recursos hídricos, suministro de energía (hidroeléctrica), asentamientos humanos | Cultivos, bienes inmuebles, salud |
Mayor intensidad de las tempestades en zonas de latitud media | Probabilidad mediaa
de aumento en el hemisferio septentrional y disminución en el hemisferio
meridional |
Hay poco acuerdo entre los modelos actuales |
Tormentas de nieve, tormentas de hielo, avalanchas | Por hora-semana | Bosques, agricultura, fiabilidad y distribución energéticas, asentamientos humanos, mortalidad, turismo | Propiedad, cultivos, vehículos, aviación, vida, interrupción de las actividades comerciales |
Granizo | Por hora | Agricultura, propiedad | Cultivos, vehículos, propiedad, aviación | |||
Intensificación de inundaciones y sequías asociadas con episodios de El Niño en muchas regiones diferentes (véase también sequías y sucesos de precipitaciones extremas | Información no concluyente |
Probablea |
Sequías e inundaciones | Diversas | Bosques (salud de los árboles), recursos naturales, agricultura, recursos hídricos, abastecimiento de energía (hidroeléctrica), asentamientos humanos | Propiedad, crecidas, vehículos, cultivos, marítimos, interrupción de las actividades comerciales, vida, salud |
Vientos extremos | ||||||
Mayor intensidad de las tormentas en zonas de latitud mediab | No hay pruebas contundentes de cambio |
Poco acuerdo entre los modelos actuales |
Vendavales en latitudes medias | Por horadiarias | Bosques, fiabilidad y distribución de electricidad, asentamientos humanos | Propiedad, vehículos, aviación, marítimos, interrupción de las actividades comerciales, vida |
Tornados | Por hora | Bosques, fiabilidad y distribución de electricidad, asentamientos humanos | Propiedad, vehículos, aviación, marítimos, interrupción de las actividades comerciales | |||
Aumento de la intensidad máxima del viento en ciclones tropicales, y de las intensidades medias y máxima de las precipitacionesc | No se observaron vientos extremos en
los pocos análisis disponibles; datos insuficientes para las precipitaciones |
Probablea
en algunas zonas |
Tempestades tropicales, incluidos ciclones, huracanes y tifones | Por horasemana | Bosques, fiabilidad y distribución de electricidad, asentamientos humanos, agricultura | Propiedad, vehículos, aviación, marítimos, interrupción de las actividades comerciales, vida |
Otros extremos | ||||||
Con referencia a las entradas anteriores respecto de temperaturas más altas, y mayores tempestades tropicales y en latitudes medias | Con referencia a las entradas pertinentes
anteriores |
Con referencia a las entradas pertinentes
anteriores |
Tormentas eléctricas | Instantánea | Fiabilidad y distribución de electricidad, asentamientos humanos, incendios devastadores | Vida, propiedad, vehículos, aviación, marítimos, interrupción de las actividades comerciales |
Con referencia a las entradas anteriores respecto de mayores ciclones tropicales, monzones de verano en Asia e intensidad de las tempestades en latitudes medias | Con referencia a las entradas pertinentes
anteriores |
Con referencia a las entradas pertinentes
anteriores |
Ondas de mareas (relacionadas con temporales continentales), inundación de las costas |
Diaria | Infraestructura de zonas costeras, agricultura e industria, turismo | Vida, marinos, propiedad, cultivos |
Mayor variabilidad de las precipitaciones durante los monzones de verano de Asia | Tema no tratado por el GT I |
Probablea |
Inundaciones y sequías | Estacional | Agricultura, asentamientos humanos | Cultivos, propiedad, salud, vida |
a El término
“probable” se refiere a un juicio de la estimación de
la confianza utilizado en el TIE GT I: muy probable (de 90% a 99% de probabilidad);
probable (de 66% a 90% de probabilidad). A menos que se indique otra cosa,
la información sobre fenómenos climáticos está
tomada del Resumen para responsables de políticas
y del Resumen técnico del Grupo
de trabajo I. Estas probabilidades se refieren a cambios observados
y proyectados en episodios climáticos extremos y a la probabilidad
indicados en las primeras tres columnas de la tabla. b Información tomada del Resumen técnico del Grupo de trabajo I, sección F.5. c Es posible que haya cambios en la distribución regional de los ciclones tropicales, pero no se ha determinado aún cuales. |
Los costos de los sucesos climáticos extremos han mostrado una rápida tendencia ascendente en los últimos decenios. Los costos económicos anuales en el mundo de los grandes sucesos aumentaron de 3.900 millones de dólares EE.UU. por año-1 en el decenio de 1950 a 40.000 millones de dólares EE.UU. por año-1 en el decenio de 1990 (todas las cifras en dólares EE.UU., sin corrección para tener en cuenta la paridad del poder adquisitivo). Aproximadamente una cuarta parte de las pérdidas se produjeron en países en desarrollo. La parte asegurada de esas pérdidas aumentó de un nivel insignificante a 9.200 millones de dólares EE.UU. anuales durante el mismo período. La inclusión de los sucesos de todas las magnitudes duplica esas pérdidas totales (véase la Figura RT-5). Los costos de los sucesos meteorológicos han aumentado rápidamente, pese a las importantes y crecientes actividades que se realizan para fortalecer la infraestructura y mejorar la preparación para casos de desastre. Estas actividades amortiguan en un grado que se desconoce el aumento observado en el costo de las pérdidas, aunque en las publicaciones que intentan separar las fuerzas desencadenantes naturales de las humanas no se cuantifica este efecto. Como medida de la creciente vulnerabilidad de la industria de los seguros, basta decir que la relación entre las primas mundiales de los seguros de vida y de propiedad y las pérdidas relacionadas con el clima ––un importante indicador de la capacidad de adaptación–– disminuyó a la tercera parte entre 1985 y 1999. [8.3]
Una parte de la tendencia ascendente observada en el historial de pérdidas por desastres tiene que ver con factores socioeconómicos, como el crecimiento de la población, el aumento de la riqueza, y la urbanización de zonas vulnerables, y otra parte tiene que ver con factores climáticos, como los cambios observados en los sucesos de precipitaciones, inundaciones y sequías. La imputación precisa es compleja, y hay diferencias entre el equilibrio de estas dos causas por región y por tipo de suceso. Muchas de las tendencias observadas en las pérdidas relacionadas con el clima están en consonancia con lo que cabría esperar en condiciones de cambio climático. En particular, la tasa de aumento de las pérdidas inducidas por las actividades humanas y no relacionadas con el tiempo atmosférico ha sido muy inferior a la de los sucesos relacionados con el tiempo atmosférico. [8.2.2]
El historial reciente ha mostrado que las pérdidas relacionadas con el clima pueden crear tensión en las compañías de seguros hasta el punto de la eliminación de la rentabilidad, el aumento de los precios al consumidor, la suspensión de la cobertura y la mayor demanda de compensación y socorro con cargo a fondos públicos. La creciente incertidumbre aumentará la vulnerabilidad del sector de los seguros y del gobierno y complicará la adaptación y las actividades de socorro en casos de desastre provocados por el cambio climático. [8.3, 15.2.7]
Se prevé que el sector de los servicios financieros en su conjunto podrá hacer frente a los impactos del futuro cambio climático, aunque los datos históricos muestran que los eventos de probabilidad baja e impacto alto, o los eventos múltiples poco espaciados, afectan gravemente al sector, especialmente si la capacidad de adaptación se agota simultáneamente a raíz de factores no climáticos (por ejemplo, las condiciones de mercado adversas pueden agotar las reservas para pérdidas de los aseguradores, erosionando el valor de los títulos y otros activos del asegurador). Es alta la confianza en que el cambio climático y los cambios pronosticados en los sucesos relacionados con el clima que se perciben vinculados al cambio climático aumentarán la incertidumbre actuarial en la evaluación del riesgo y, de esta forma, afectarán al funcionamiento de los mercados de seguros. Esos acontecimientos podrían ejercer una presión al alza en las primas o hacer que ciertos riesgos se reclasificaran como no asegurables, con la subsiguiente retirada de la cobertura. Esto, a su vez, aumentaría la presión sobre los sistemas de seguros y ayuda del gobierno, que ya muestran signos de estrés en muchas regiones y están procurando limitar su exposición al riesgo (por ejemplo, elevando las sumas deducibles o imponiendo límites a las reclamaciones máximas pagables).
Las tendencias al aumento del tamaño de las empresas, la diversificación y la integración de los seguros con otros servicios financieros, y la mejora de los instrumentos para transferir el riesgo pueden contribuir a la robustez del sistema. Con todo, los sectores de seguros y reaseguros de vida y de propiedad tienen una mayor sensibilidad, y algunas empresas ya han sufrido quiebras relacionadas con catástrofes desencadenadas por episodios meteorológicos. En ciertas condiciones y en algunas regiones, la industria bancaria como proveedora de préstamos también puede ser vulnerable al cambio climático. En muchos casos, sin embargo, el sector bancario vuelve a transferir el riesgo a los aseguradores, que a menudo compran sus productos acreedores. [8.3, 8.4, 15.2.7]
La adaptación2 al cambio climático plantea retos complejos, así como oportunidades al sector de los servicios financieros. La participación reglamentaria en la fijación de precios, el tratamiento impositivo de las reservas, y la capacidad o incapacidad de las empresas para retirarse de los mercados de riesgo son ejemplos de factores que influyen en la resistencia del sector. La gestión de los riesgos relacionados con el clima varía entre los países y las regiones. Por lo general, es una mezcla de arreglos comerciales o públicos y autoaseguración. Cabe esperar que, frente al cambio climático, la función relativa de cada uno se modifique. Algunas posibles opciones de respuesta ofrecen beneficios paralelos que apoyan los objetivos de desarrollo sostenible y mitigación del cambio climático (por ejemplo, las medidas eficientes desde el punto de vista energético, que también dan a los edificios más resistencia a los desastres naturales, además de ayudar al sector a adaptarse a los cambios climáticos). [8.3.4, 8.4.2]
Se espera que los efectos del cambio climático sean mayores en los países en desarrollo (especialmente los que dependen de la producción primaria como principal fuente de ingresos) en términos de pérdidas de vidas, efectos en la inversión y efectos en la economía. En un caso, los daños causados por desastres naturales han sido equivalentes a la mitad del producto interno bruto (PIB). Los desastres meteorológicos atrasan el desarrollo, particularmente cuando los fondos se reasignan de los proyectos de desarrollo a las actividades de recuperación después de los desastres. [8.5]
Se podrían plantear cuestiones de equidad y limitaciones al desarrollo si los riesgos relacionados con el tiempo pasaran a ser no asegurables, si aumentaran los precios de los seguros y si la disponibilidad de seguros o financiación pasara a ser limitada. Es decir, que una mayor incertidumbre podría limitar el desarrollo. Por otro lado, una mayor penetración o un acceso a seguros y a recursos para preparación y recuperación en casos de desastre aumentaría la capacidad de los países en desarrollo para adaptarse al cambio climático. Una mayor difusión de planes de microfinanciación y servicios bancarios para el desarrollo también sería un mecanismo efectivo para ayudar a adaptarse a las comunidades y los países en desarrollo. [8.3]
Esta evaluación de los servicios financieros ha permitido identificar algunas esferas en que han mejorado los conocimientos, y ha corroborado y enriquecido las conclusiones a que se llegó en el SIE. También ha destacado muchas esferas en que se necesita una mayor comprensión, en particular, mejores análisis de las pérdidas económicas para determinar su causa, evaluación de los recursos financieros necesarios para hacer frente a los daños del cambio climático y a la adaptación, evaluación de métodos alternativos para generar esos recursos, investigaciones más a fondo de la vulnerabilidad y fortaleza del sector en diversos escenarios de sucesos climáticos extremos, y mayores investigaciones sobre la forma en que el sector (tanto sus elementos públicos como privados) podría innovar para hacer frente al posible aumento en la demanda de financiación para la adaptación en países desarrollados y en desarrollo, a fin de repartir y reducir los riesgos del cambio climático. [8.7]
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