El cambio climático y la subida del nivel del mar plantean una grave amenaza a los Pequeños Estados Insulares (PEI) que existen en las regiones oceánicas de los océanos Pacífico, Índico y Atlántico, así como los mares Caribe y Mediterráneo. Entre las características de los PEI que aumentan su vulnerabilidad se incluyen su tamaño físico pequeño en relación con las grandes extensiones del océano; recursos naturales limitados; aislamiento relativo; extrema apertura de economías pequeñas que son sumamente sensibles a los choques externos y muy propensas a los desastres naturales y otros sucesos extremos; poblaciones con grandes densidades y en rápido crecimiento; infraestructura insuficientemente desarrolladas; y fondos, recursos humanos y aptitudes técnicas limitadas. Estas características limitan la capacidad de los PEI para mitigar los futuros cambios climáticos y la subida del nivel del mar, y para adaptarse a ellos. [17.1.2]
Muchos de los PEI ya están sufriendo los efectos de las actuales variaciones interanuales grandes en las condiciones oceánicas y atmosféricas. Como resultado de ello, las consecuencias más importantes e inmediatas para estos Estados probablemente guardarán relación con los cambios en los regímenes de lluvias, los balances de humedad del suelo, los vientos dominantes (velocidad y dirección), las variaciones a corto plazo en los niveles regionales y locales del mar, y las pautas de la acción de las olas. Estos cambios son manifiestos en las tendencias pasadas y presentes del clima y de la variabilidad del clima, con una tendencia ascendente en la temperatura media de hasta 0,1ºC por decenio y una subida del nivel del mar de 2mm por año en las regiones de los océanos tropicales, que es donde están situados la mayoría de los PEI. El análisis de los datos de observación de diversas regiones indica un aumento en la temperatura del aire en la superficie que ha sido mayor que el ritmo mundial de calentamiento, en particular en el Océano Pacífico y el Mar Caribe. Gran parte de la variabilidad de las precipitaciones registrada en las islas del Pacífico y del Caribe parece estar estrechamente relacionada con el comienzo del ENOA. No obstante, parte de esa variabilidad también puede atribuirse a los desplazamientos de la zona de convergencia intertropical y del Pacífico Sur, cuya influencia sobre las formas de variabilidad de las precipitaciones todavía no se conocen lo suficiente. La interpretación de las tendencias actuales del nivel del mar también está limitada por la insuficiencia de los registros de las observaciones, en particular de los mareómetros de control geodésico. [17.1.3]
Aunque la contribución de los Pequeños Estados Insulares a las emisiones mundiales de GEI es insignificante, los impactos proyectados del cambio climático y la subida del nivel del mar en esos Estados probablemente serán graves. Los impactos serán sentidos por muchas generaciones en razón de la baja capacidad de adaptación de los Pequeños Estados Insulares (PEI), la alta sensibilidad a los choques externos, y la alta vulnerabilidad a los desastres naturales. Los PEI tendrán grandes dificultades para adaptarse a estas cambiantes condiciones en forma sostenible. [17.2.1]
Gran parte de los cambios en las costas que actualmente se producen en los Pequeños Estados Insulares se atribuye a las actividades humanas en la costa. La subida proyectada del nivel del mar de 5 mm por año durante los próximos 100 años, sobrepuesta a un mayor desarrollo de las costas, tendrá impactos negativos sobre las costas (confianza alta). Esto, a su vez, incrementará la vulnerabilidad del medio ambiente costero al reducir la resistencia natural y aumentar el costo de la adaptación. Dado que la gravedad habrá de variar a nivel regional, el problema más grave para algunos de estos Estados será determinar si tendrán, dentro de sus propias fronteras nacionales, capacidad para adaptarse a la subida del nivel del mar. [17.2.2.1, 17.2.3]
El cambio climático y la subida del nivel del mar que se proyectan para el futuro afectarán a los cambios en la composición de las especies y la competencia entre éstas. Se estima que una de cada tres plantas amenazadas conocidas son endémicas de las islas, y que el 23% de las especies de aves que se encuentran en las islas están amenazadas. [17.2.5]
La temperatura del aire y del mar y los niveles del mar en aumento tendrán efectos adversos sobre los arrecifes de coral, los manglares y los lechos de zosteras (confianza media). Los episodios de calentamiento de la superficie del mar han provocado un gran estrés en las poblaciones de corales que están expuestas a un descoloramiento difundido. Los manglares, que son comunes en las costas y bahías cerradas ricas en sedimentos y nutrientes de baja energía de los trópicos, han sido alterados por las actividades humanas. Los cambios en el nivel del mar probablemente afectarán la migración hacia la tierra y a lo largo de las costas de los restos de bosques de manglares que protegen las costas y otros recursos. Un aumento en la TSM afectaría negativamente a las comunidades de zosteras, que están sometidas a estrés por la contaminación y las escorrentías provenientes de tierra. Los cambios en estos sistemas probablemente tendrán efectos negativos sobre las poblaciones de peces que dependen de ellos para sus hábitat y lugares de cría [17.2.4]
Los recursos hídricos y la agricultura son de importancia fundamental para la mayoría de los PEI, ya que los recursos de agua y tierras cultivables de estos Estados son limitados. Las comunidades dependen del agua de lluvia de las cuencas de captación y de un número limitado de depósitos de agua dulce. Además, las tierras cultivables, especialmente en las islas y atolones bajos, están concentradas en la costa o cerca de ella. Los cambios en la altura del nivel freático y la salinización del suelo como consecuencia de la subida del nivel del mar producirían estrés en muchos cultivos de alimentos básicos, como el taro.
Aunque la pesca es en su mayor parte artesanal o comercial en pequeña escala, es una actividad importante en la mayoría de las islas pequeñas y aporta una contribución significativa al consumo de proteínas de los habitantes de las islas. Muchos lugares de cría y hábitat de peces y mariscos, como los manglares, los arrecifes de coral, los lechos de zosteras y las lagunas saladas, estarán cada vez más amenazados por los probables impactos del cambio climático proyectado. En muchos de estos Estados, los recursos hídricos, la agricultura y las pesquerías ya son sensibles a la variabilidad actualmente observada en las condiciones oceánicas y atmosféricas, y los impactos probablemente serán acentuados por los futuros cambios en el clima y el nivel del mar (confianza alta). [17.2.6, 17.2.8.1]
Varios sistemas humanos de muchos Pequeños Estados Insulares probablemente sentirán los efectos de los cambios proyectados en el clima y los niveles del mar. La salud humana es un problema importante, teniendo en cuenta que muchas islas tropicales sufren una incidencia más alta de enfermedades transmitidas por el agua y por vectores atribuible a los cambios en la temperatura y la precipitación, que pueden estar vinculados al fenómeno ENOA, a las sequías, y a las crecidas. Los extremos climáticos también crean una enorme presión en algunas esferas del bienestar humano, y estas presiones probablemente aumentarán en el futuro. En los PEI, casi todos los asentamientos, la infraestructura socioeconómica y las actividades como el turismo están situados en las zonas costeras o cerca de ellas. El turismo es una importante fuente de ingresos y empleo en muchos de estos Estados (Tabla RT-13). Los cambios en los regímenes de temperatura y precipitación, así como la pérdida de playas, podrían tener efectos devastadores sobre las economías de muchos PEI (confianza alta). Dado que éstas zonas son muy vulnerables a los cambios climáticos y la subida del nivel del mar futuros, es importante proteger y cuidar las playas y los sitios aplicando programas que representen una utilización prudente de los recursos. Se ha determinado que la gestión integrada de las costas es un enfoque que podría ser conveniente para sostener la industria del turismo en muchos PEI. [17.2.7, 17.2.9]
Tabla RT-13: Importancia del turismo en pequeños Estados y territorios insulares seleccionados. | ||||
País |
Número de turistas (miles)a |
Turistas como porcentaje de la poblacióna |
Ingresos del turismob |
|
as % of GNP |
as % of Exports |
|||
Antigua y Barbuda | 232 |
364 |
63 |
74 |
Bahamas | 1618 |
586 |
42 |
76 |
Barbados | 472 |
182 |
39 |
56 |
Cabo Verde | 45 |
11 |
12 |
37 |
Comores | 26 |
5 |
11 |
48 |
Cuba | 1153 |
11 |
9 |
n/a |
Chipre | 2088 |
281 |
24 |
49 |
Dominica | 65 |
98 |
16 |
33 |
Fiji | 359 |
45 |
19 |
29 |
Granada | 111 |
116 |
27 |
61 |
Haiti | 149 |
2 |
4 |
51 |
Islas Salomón | 16 |
4 |
3 |
4 |
Jamaica | 1192 |
46 |
32 |
40 |
Maldivas | 366 |
131 |
95 |
68 |
Malta | 1111 |
295 |
23 |
29 |
Mauricio | 536 |
46 |
16 |
27 |
Papua Nueva Guinea | 66 |
2 |
2 |
3 |
República Dominicana | 2211 |
28 |
14 |
30 |
Saint Kitts y Nevis | 88 |
211 |
31 |
64 |
Samoa | 68 |
31 |
20 |
49 |
San Vincente | 65 |
55 |
24 |
46 |
Santa Lucia | 248 |
165 |
41 |
67 |
Seychelles | 130 |
167 |
35 |
52 |
Singapur | 7198 |
209 |
6 |
4 |
Trinidad y Tobago | 324 |
29 |
4 |
8 |
Vanuatu | 49 |
27 |
19 |
41 |
a Los datos sobre
entrada de turistas y relación con la población corresponden
a 1997. b Los datos sobre ingresos del turismo corresponden a 1997 para Bahamas, Cabo Verde, Islas Salomón, Jamaica, Maldivas, Malta, Mauricio, Samoa, Seychelles y Singapur; a 1996 para Antigua y Barbuda, Cuba, Dominica, Fiji, Granada, Haití, Papua Nueva Guinea, República Dominicana, Santa Lucía y San Vicente; a 1995 para Barbados, Comores, Chipre, Trinidad y Tabago y Vanuatu; y a 1994 para Saint Kitrt y Nevis. |
Ciertos patrimonios tradicionales de las islas (bienes y servicios) también estarán expuestos a riesgos provenientes del cambio climático y la subida del nivel del mar. Estos patrimonios incluyen las tecnologías tradicionales y de subsistencia (aptitudes y conocimientos) y la cohesión de las estructuras comunitarias, que en el pasado contribuyeron a fortalecer la resistencia de estas islas a diversos tipos de choques. Los cambios climáticos y la subida del nivel del mar, combinados con otras tensiones medioambientales, han destruido sitios culturales y espirituales singulares, acervos patrimoniales tradicionales e importantes zonas costeras protegidas de muchos Estados insulares del Pacífico. [17.2.10]
Otra información en esta colección |