Pregunta 2 ¿Cuáles son las pruebas, causas y consecuencias de los cambios en el clima terrestre desde la época preindustrial?
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El sistema climático del planeta ha cambiado de manera importante a escala nacional y mundial desde la época preindustrial, y algunos de estos cambios se pueden atribuir a actividades humanas. |
P2.2 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Las actividades humanas han hecho aumentar las
concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero y aerosoles
desde la época preindustrial. Las concentraciones atmosféricas
de los principales gases antropogénicos de efecto invernadero — como el
dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido
nitroso (N2O), y el ozono (O3) troposférico— alcanzaron
los niveles más altos jamás registrados durante el decenio de 1990, debido
principalmente al consumo de combustibles fósiles, la agricultura, y cambios
en el uso de las tierras (véase el Cuadro RRP–1).
El forzamiento radiactivo proveniente de los gases antropogénicos de efecto
invernadero es positivo, aunque queda una pequeña gama de incertidumbre;
el de los efectos directos de los aerosoles es negativo y más reducido
y el forzamiento negativo procedente de los efectos indirectos de los
aerosoles en las nubes puede que ser elevado, aunque aún no se ha cuantificado
bien. |
P2.4-5 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Un número cada vez mayor de observaciones ofrecen una visión cada vez más completa del calentamiento de la Tierra y de otros cambios en el sistema climático (véase el Cuadro RRP–1). | P2.6 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Es muy probable que, a escala mundial, el decenio
de 1990 fuera el período más cálido, y 1998, el año más caluroso, según
los registros instrumentales (1861– 2000) (véase el Recuadro
RRP–1). El aumento de la temperatura de la superficie terrestre
durante el siglo XX en el Hemisferio Norte ha sido probablemente superior
al de cualquier otro siglo en los últimos mil años (véase el Cuadro
RRP–1). En el Hemisferio Sur, los datos para los años antes de 1860
son muy incompletos, por lo que es difícil comparar el calentamiento reciente
con los cambios producidos en los últimos 1.000 años. Los cambios de temperatura
no se han producido de manera homogénea en todo el mundo, sino que han variado
según las diferentes regiones y diferentes partes de la baja atmósfera.
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P2.7 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Existen pruebas nuevas y más convincentes de que la mayor parte del calentamiento observado durante los últimos 50 años se puede atribuir a actividades humanas. Los estudios de detección y atribución han encontrado sistemáticamente pruebas de señales antropogénicas en los registros climáticos de los últimos 35 a 50 años. Estos estudios tienen en cuenta las incertidumbres sobre el forzamiento antropogénico producido por los aerosoles de sulfato y por otros factores naturales (volcanes y radiación solar), pero no recogen los impactos de otros tipos de aerosoles antropogénicos y de cambios en el uso de las tierras. El forzamiento debido a los sulfatos y a fenómenos naturales es negativo en este período y no puede explicar el calentamiento, mientras que la mayoría de estos estudios determinan que, durante los últimos 50 años, la velocidad y la magnitud estimadas del calentamiento debido únicamente a los gases de efecto invernadero son comparables con el calentamiento observado, o incluso lo superan. La mejor correspondencia entre las simulaciones y las observaciones durante los últimos 140 años se encuentra cuando se combinan todos los factores naturales y antropogénicos, como se desprende de la Figura RRP–2. |
P2.9-11 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Los cambios en nivel del mar, las zonas cubiertas por las nieves, la extensión de las capas de hielo y la precipitación guardan relación con un clima cada vez más caliente cerca de la superficie terrestre. Entre los ejemplos de este fenómeno se incluyen un ciclo hidrológico más activo, con precipitaciones más intensas y con distintas pautas, la retirada generalizada de glaciares no polares, el ascenso del nivel del mar y un aumento de la temperatura marina, y una disminución de las superficies nevadas y de las capas de hielo marino, tanto en su extensión como en su espesor (véase el Cuadro RRP–1). Por ejemplo, es muy probable que el calentamiento del siglo XX haya contribuido de manera importante a la elevación observada en el nivel del mar, a través de la expansión térmica de los océanos y la fusión generalizada de los hielos terrestres. Con los límites de las incertidumbres actuales, las simulaciones y las observaciones coinciden en la falta de una aceleración importante en la elevación del nivel del mar durante el siglo XX. No se ha registrado ningún cambio en la extensión general de los hielos marinos en la región antártica entre 1978 y 2000. Además, debido a los análisis contradictorios y la información insuficiente, no es posible evaluar los cambios en la intensidad de los ciclones tropicales y extratropicales, y ni de las tormentas locales en latitudes medias. Algunos de los cambios observados son de tipo regional, y otros pueden ser fruto de variaciones climáticas internas, forzamientos naturales, o actividades humanas regionales, y no pueden atribuirse exclusivamente a la influencia humana a escala mundial. |
P2.12-19 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Los cambios observados en los climas regionales
han afectado a muchos sistemas biológicos y físicos, y existen indicios
preliminares que sugieren que los sistemas sociales y económicos también
se han visto afectados. |
P2.20 & P2.25 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Los recientes cambios regionales en el clima, sobre todo los aumentos de temperatura, han afectado ya a los sistemas hidrológicos, así como a los ecosistemas terrestre y marítimo en muchas partes del mundo (véase el Cuadro RRP–1). Los cambios observados en estos sistemas1 guardan coherencia en las diferentes localidades y/o regiones y coinciden con los efectos proyectados de los cambios de temperaturas regionales. La probabilidad de que los cambios observados en la dirección esperada (sin referirse a su magnitud) puedan producirse por pura casualidad es ínfima. |
P2.21-24 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
El incremento de los costos socioeconómicos relacionados con los daños ocasionados por fenómenos meteorológicos y variaciones regionales del clima indica que somos cada vez más vulnerables a los cambios climáticos. Unas indicaciones preliminares sugieren que algunos sistemas sociales y económicos se han visto afectados por los aumentos recientes en inundaciones y sequías, y ha habido mayores pérdidas económicas debidas a fenómenos meteorológicos catastróficos. Sin embargo, como estos sistemas también se ven afectados por los cambios en los factores socioeconómicos, tales como los desplazamientos demográficos y los cambios en el uso de las tierras, resulta difícil cuantificar los impactos relacionados con el cambio climático (ya sea antropogénico o natural) y con los factores socioeconómicos. |
P2.25-26 |
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