CAMBIO CLIMÁTICO 2001:
Mitigación
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Opciones para limitar o reducir las emisiones y aumentar los sumideros de gases de efecto invernadero

7. Desde el SIE de 1995 se han realizado notables progresos técnicos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, y más rápidamente de lo previsto. Se ha progresado en una amplia gama de tecnologías en diferentes fases de desarrollo; por ejemplo, la introducción en el mercado de turbinas eólicas, la rápida eliminación de gases derivados industriales, como el N2O de la producción de ácido adípico y los hidrocarburos perfluorados de la producción de aluminio, automóviles con motores híbridos eficientes, el avance en la tecnología de células de combustible y la demostración de almacenamiento subterráneo de dióxido de carbono. Entre las opciones tecnológicas para reducir las emisiones figuran el mayor rendimiento de dispositivos de uso final y tecnologías de conversión de energía, la utilización de combustibles con pequeño porcentaje de carbono y de biomasa renovables, tecnologías de emisiones cero, mejor gestión de la energía, reducción de emisiones de gases de subproductos y procesos industriales, y la eliminación y el almacenamiento de carbono (Secciones 3.1, 4.7).

En la Tabla RRP-1 se resumen los resultados de numerosos estudios sectoriales, en gran parte a niveles de proyecto, nacionales y regionales, y algunos mundiales, que proporcionan estimaciones de posibles reducciones de las emisiones de GEI entre 2010 y 2020. Algunas conclusiones esenciales son las siguientes:

Las reducciones potenciales de las emisiones que figuran en la Tabla RRP-1 por sectores se agregaron con el fin de ofrecer estimaciones de las posibles reducciones de emisiones mundiales teniendo en cuenta superposiciones potenciales entre sectores y tecnologías, y dentro de ellos, en la medida de lo posible, habida cuenta de la información contenida en los estudios pertinentes. La mitad de esas posibles reducciones de las emisiones puede lograrse en 2020, con beneficios directos (ahorro de energía) que rebasan los costos directos (capital neto, explotación y costos de mantenimiento), y la otra mitad con un costo directo neto de hasta 100/tCeq $ EE.UU. (a precios de 1998). Esas estimaciones de costos se obtienen utilizando tipos de descuento de 5 a 12%, que corresponden a los tipos de descuento del sector público. Las tasas de rendimiento internas en el sector privado varían considerablemente, y son con frecuencia mucho más altas, lo que influye en el ritmo de adopción de esas tecnologías por entidades privadas.

Según el escenario de las emisiones entre 2010 y 2020, se podrían reducir las emisiones mundiales por debajo de los niveles de 2000 a esos costos directos netos. La realización de esas reducciones entraña costos de ejecución adicionales, que en algunos casos pueden ser sustanciales, la posible necesidad de políticas de apoyo (como las descritas en el párrafo 18), mayor investigación y desarrollo, transferencia efectiva de tecnología y la superación de otras barreras (párrafo 17). Tales cuestiones, junto con los costos y los beneficios no incluidos en esta evaluación, se tratan en los párrafos 11, 12 y 13.

En los diversos estudios mundiales, regionales, nacionales, sectoriales y de proyectos evaluados en el presente informe intervienen diferentes ámbitos de aplicación e hipótesis. No se dispone de estudios para todos los sectores y todas las regiones. La gama de reducciones de las emisiones de que se informa en la Tabla RRP-1 (véase Recuadro RRP-2) refleja las incertidumbres de los estudios en que se basan (Secciones 3.3-3.8)

8. Los bosques, las tierras agrícolas y otros ecosistemas terrestres ofrecen considerables posibilidades de mitigación de carbono. Aunque no necesariamente permanentes, con la conservación y el secuestro de carbono se puede disponer de tiempo para desarrollar y aplicar más otras opciones. En la mitigación biológica pueden utilizarse tres estrategias: a) conservación de reservorios de carbono existentes, b) secuestro aumentando el tamaño de los reservorios de carbono, y c) sustitución por productos biológicos producidos de manera sostenible; p. ej., madera en vez de materiales de construcción de gran consumo de energía y biomasa para combustibles fósiles (Secciones 3.6, 4.3). La conservación de reservorios de carbono amenazados puede ayudar a evitar emisiones, si se impiden los escapes y sólo puede resultar sostenible si es posible abordar las causas socioeconómicas de la deforestación y otras pérdidas de reservorios de carbono. El secuestro refleja la dinámica biológica del crecimiento, que muchas veces comienza lentamente, pasa por un máximo y luego disminuye durante decenios o siglos.

Con la conservación y el secuestro se logran mayores reservas de carbono, pero eso puede dar lugar a emisiones más altas de carbono en el futuro si se perturban considerablemente esos ecosistemas, bien en forma natural o por actividades humanas, directas o indirectas. Incluso si las perturbaciones naturales van seguidas normalmente de secuestro, las actividades para controlar esas perturbaciones pueden desempeñar una importante función en la limitación de las emisiones de carbono. Los beneficios de sustitución pueden continuar, en principio, indefinidamente. Con la gestión adecuada de la tierra para la producción de cultivos, madera y bioenergía sostenible pueden aumentar los beneficios para la mitigación del cambio climático. Si se tiene en cuenta la competencia por el uso de la tierra y las evaluaciones del SIE y del IE-UTCUTS, el potencial mundial estimado de opciones de mitigación biológica es del orden de 100 GtC (acumulativo), aunque esta estimación encierra considerables incertidumbres para 2050, que equivalen a entre el 10 y el 20% de las posibles emisiones de combustibles fósiles durante ese período. La realización de ese potencial depende de la disponibilidad de tierra y de agua, así como de las tasas de adopción de diferentes prácticas de gestión de la tierra. Las mayores posibilidades biológicas para la mitigación del carbono en la atmósfera las ofrecen las regiones subtropicales y tropicales. Las estimaciones de costos de la mitigación biológica comunicadas hasta ahora varían notablemente, de 0,1/tC $ EE.UU. a 20/tC $ EE.UU. aproximadamente en varios países tropicales, y de 20/tC $ EE.UU. a 100/tC $ EE.UU. en países no tropicales. Los métodos de análisis financiero y contabilización del carbono no han sido comparables. Además, en los cálculos de los costos no se consideran, en muchos casos, los de infraestructura, descuento adecuado, vigilancia, recopilación de datos y aplicación, los costos de oportunidad de tierra y mantenimiento u otros costos periódicos, que con frecuencia se excluyen o no se tienen en cuenta. El extremo inferior de las gamas tiene un sesgo descendente, pero con el tiempo se comprenden y tratan mejor los costos. Esas opciones de mitigación biológica pueden aportar beneficios sociales, económicos y ambientales, además de las reducciones de CO2 en la atmósfera, si se aplican debidamente (p. ej., biodiversidad, protección de cuencas, mejora de la gestión sostenible de la tierra y empleo rural). Sin embargo, si no se aplican debidamente
pueden plantear riesgos de efectos negativos (p. ej., pérdida de biodiversidad, desorganización comunitaria y contaminación de aguas subterráneas). En las opciones de mitigación biológica se pueden reducir o aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero distintas de CO2 (Secciones 4.3, 4.4).

Figura RRP-2: Carbono en reservas y recursos de petróleo, gas y carbón en comparación con las emisiones históricas de carbono de combustibles fósiles entre 1860 y 1998, y con las emisiones de carbono acumulativas de una serie de escenarios IE-EE y de escenarios de estabilización del TIE hasta 2100. Los datos de las reservas y recursos se muestran en las columnas de la izquierda (Sección 3.8.2). Las fuentes no convencionales de petróleo y gas incluyen las arenas alquitranadas, el aceite de esquistos, otros hidrocarburos pesados, metano de lechos carboníferos, gas bajo presión geostática a gran profundidad, gas en acuíferos, etc. Los hidratos de gas (clatratos), que ascienden a una cifra estimada de 12.000GtC, no se indican en esta figura. Las columnas correspondientes a los escenarios comprenden escenarios de referencia del IE-EE así como escenarios que conducen a la estabilización de las concentraciones de CO2 en distintos niveles. Obsérvese que si para el año 2100 las emisiones acumuladas asociadas a los escenarios del IE-EE son iguales o menores a las de los escenarios de estabilización, ello no significa que estos escenarios también conduzcan a la estabilización.



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