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4.1 |
Esta respuesta se centra en los cambios proyectados en
la frecuencia y magnitud de las fluctuaciones climáticas como resultado
de unas crecientes concentraciones de gases de efecto invernadero y de
aerosoles. Se pone un énfasis particular en los cambios en la frecuencia,
magnitud y duración de los fenómenos climáticos extremos, que conllevan
riesgos importantes derivados del cambio climático para los sistemas ecológicos
y los sectores socioeconómicos. Aquí nos ocupamos de los cambios repentinos
u otros cambios no lineales proyectados en el sistema biofísico; los cambios
graduales en los sistemas físicos, biológicos y sociales se tratan en
la Pregunta 3. |
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4.2 | Las simulaciones proyectan que un aumento
en la concentración de gases de efecto invernadero ha de traer como resultado
unas variabilidades diaria, estacional, interanual y a lo largo de los decenios.
Se espera que en muchas regiones disminuyan las temperaturas diurnas, y
las temperaturas mínimas nocturnas aumenten más que las temperaturas máximas
diurnas. De las simulaciones se desprende una reducción de la variabilidad
diaria de la temperatura del aire en invierno, y un aumento de dicha variabilidad
en verano en las zonas terrestres del Hemisferio Norte. Las proyecciones
actuales muestran pocos cambios o un pequeño aumento en la amplitud de los
fenómenos asociados con El Niño durante los próximos 100 años. Muchas simulaciones
muestran una respuesta media muy parecida a la de El Niño en el Pacífico
tropical, y se proyecta que las temperaturas de la superficie del mar en
las zonas central y oriental del Pacífico ecuatorial sean más cálidas que
las de la zona occidental del Pacífico ecuatorial, lo que se traducirá en
un desplazamiento hacia el este de las precipitaciones. Es probable que,
incluso con un cambio nulo o muy débil en la fuerza de El Niño, el calentamiento
mundial lleve a mayores episodios extremos de sequías y fuertes precipitaciones,
y que aumente el riesgo de sequías e inundaciones que acompañan los fenómenos
asociados con El Niño en muchas partes del mundo. No se está claramente
de acuerdo sobre los cambios en la frecuencia o estructura de pautas oceánicos-atmosféricas
que tienen lugar de manera natural, como la Oscilación Atlántica Norte (NAO). |
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4.3 | Es probable o muy probable que cambie la duración,
localización, frecuencia e intensidad de los fenómenos extremos meteorológicos
y climáticos, lo que podría traducirse en unos impactos, en su mayoría adversos,
en los sistemas biofísicos. |
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4.4 | Las pautas naturales de circulación, como ENOM y NAO,
tienen un papel fundamental en el clima mundial y en la variabilidad a
corto plazo (diaria, dentro del año y entre los años) y a más largo plazo
(de un decenio a varios decenios). El cambio climático puede manifestarse
tanto en el desplazamiento de los valores medios como en un cambio en
la preferencia de pautas climáticas específicas de circulación que podrían
producir unos cambios en la varianza y frecuencia de los extremos de las
variables climáticas (véase la Figura 4–1). |
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4.5 | Es muy probable que tengamos más días
calurosos y olas de calor y menos días fríos y días con heladas en casi
todas las zonas terrestres. Los aumentos de la temperatura media
van a traer un aumento de días cálidos y de temperaturas máximas, con
menos heladas y olas de frío (véase la Figura 4–1a,b).
Una serie de simulaciones muestran un descenso generalizado en la variabilidad
diaria de la temperatura media del aire en la superficie durante el invierno
en las zonas terrestres del Hemisferio Norte, y un aumento de esa variabilidad
en verano. Es probable que los cambios en las temperaturas extremas tengan
como resultado mayores pérdidas en las cosechas y la ganadería, un mayor
consumo de energía para refrigeración y un menor consumo para calefacción,
y un aumento de la morbilidad y la mortalidad humana debido al estrés
asociado con el calor (véase el Cuadro 4–1). El
descenso de las heladas producirá una disminución de la morbilidad y mortalidad
humanas asociadas con el frío y una disminución del riesgo de daños para
algunos cultivos, aunque con un posible aumento del riesgo para otros.
Las ventajas de un ligero incremento de las temperaturas para la agricultura
podrían reflejarse en un pequeño incremento del PIB en los países situados
en zonas templadas. |
GTI TIE Secciones 9.3.6 & 10.3.2, & GTII TIE Secciones 5.3, 9.4.2, & 19.5 |
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4.6 | Es muy probable que la amplitud y
la frecuencia de las precipitaciones extremas aumente en muchas regiones
y que disminuyan los intervalos entre los episodios de precipitaciones
extremas. Esto podría originar inundaciones y deslizamientos de tierras
más frecuentes, con las consiguientes pérdidas de vidas humanas, impactos
sobre la salud (por ejemplo, epidemias, enfermedades infecciosas, intoxicaciones
por alimentos), daños a los bienes, pérdida de infraestructuras y viviendas,
erosión del suelo, mayores cargas de contaminación, y pérdidas en seguros
y rendimiento agrícola. Es posible que un clima más seco en verano produzca
un aumento de las sequías veraniegas y un incremento del riesgo de incendios
en muchas zonas continentales. Esta sequía generalizada se debe a un aumento
de las temperaturas y la evaporación potencial, no compensado por un aumento
de las precipitaciones. Es probable que en el verano asiático, el calentamiento
mundial produzca una mayor variabilidad de las precipitaciones durante
la época monzónica. |
GTI TIE Sección 9.3.6 & GTII TIE Secciones 4.3.8, 9.5.3, 9.7.10, & 9.8 |
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