CAMBIO CLIMÁTICO 2001:
Informe de síntesis
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Cuadro 4-1: Ejemplos de variabilidad climática y fenómenos climáticos extremos, y ejemplos de sus impactos (TIE GTII, Cuadro RRP-1).
Cambios proyectados durante el siglo XXI en fenómenos climáticos extremos y su probabilidad Ejemplos representativos de los impactos proyectadosa (todos con confianza alta de producirse en algunas zonas)
Temperaturas máximas más altas, más días calurosos y olas de calor b en casi todas las zonas terrestres (muy probable) Aumento de la incidencia de muertes y enfermedades graves en ancianos y la población urbana pobre. Aumento de problemas producidos por el calor en el ganado y la fauna silvestre. Cambio de destinos turísticos. Aumento de riesgo de daños en varios cultivos. Aumento de la demanda de energía para aparatos de refrigeración y disminución de la fiabilidad del suministro eléctrico.
Temperaturas mínimas más altas (en progresión), menos días fríos o con heladas, y menos olas de fríob en casi todas las zonas terrestres (muy probable) Disminución de la morbilidad y mortalidad producida por problemas relacionados con el frío. Disminución del riesgo de daños en algunos cultivos, y aumento del riesgo en otros. Ampliación del área de distribución y actividad de algunas plagas y enfermedades transmitidas por vectores. Menor demanda de electricidad para calentamiento.
Episodios de precipitaciones más intensas (muy probable) en muchas zonas Aumento de los daños ocasionados por inundaciones, deslizamiento de tierras, avalanchas y lodo. Aumento de la erosión del suelo. Aumento de las escorrentías tras inundaciones, que podría aumentar la recarga de agua, de algunos acuíferos en cauces de avenidas. Aumento de la presión en los sistemas oficiales y privados de seguros contra inundaciones y socorro en casos de desastre.
Aumento del clima seco estival en la mayor parte del interior continental en latitudes medias, con los consiguientes riesgos de sequías (probable) Disminución del rendimiento de las cosechas. Aumento de los daños en los cimientos de edificios, debido a la contracción del suelo. Disminución de la calidad y cantidad de los recursos hídricos. Aumento del riesgo de incendios forestales.
Aumento de la intensidad máxima de los vientos en los ciclones tropicales y de la intensidad máxima y media de las precipitaciones (probable, sobre algunas zonas)c Aumento del riesgo a la vida humana, riesgo de epidemias de enfermedades infecciosas y muchos otros tipos de riesgos. Aumento de la erosión costera y daños en edificios e infraestructuras en las costas. Aumento de los daños en ecosistemas costeros, tales como arrecifes de coral y manglares.
Intensificación de sequías e inundaciones asociadas con El Niño en muchas regiones diferentes (probable) (véase también sequías y episodios de precipitaciones intensas) Disminución de la productividad agrícola y ganadera en regiones propensas a sequías e/o inundaciones. Disminución de potencial de energía hidroeléctrica en zonas propensas a las sequías.
Aumento de la variabilidad de las lluvias monzónicas en el verano en Asia (probable) Aumento de la magnitud de las inundaciones y sequías en zonas templadas y tropicales de Asia.
Aumento de la intensidad de tormentas en latitudes medias (poca coincidencia entre las simulaciones actuales)b Aumento de los riesgos en la vida y salud humanas. Aumento de las pérdidas de bienes e infraestructuras. Aumento de los daños en ecosistemas costeros.
a. Estos impactos se pueden atenuar con medidas apropiadas de respuesta.
b. Información del Resumen Técnico del TIE GTI (Sección F.5).
c. Es posible que haya cambios en distribución regional de los ciclones tropicales, pero ello aún no se ha confirmado.

 
4.7

Algunas simulaciones de alta resolución indican la probabilidad de que en algunas zonas aumente la intensidad máxima del viento de los ciclones tropicales entre un 5 y un 10 por ciento y que se incremente la cantidad de precipitación entre un 20 y un 30 por ciento, pero ninguno de los estudios sugiere que cambie la localización de los ciclones tropicales. Existen pocas pruebas coherentes basadas en simulaciones que muestren cambios en la frecuencia de los ciclones tropicales.

GTI TIE Recuadro 10.2

4.8 No se dispone de suficiente información sobre los posibles cambios de los fenómenos a muy pequeña escala. Los fenómenos a muy pequeña escala, como las tormentas, tornados, granizo y granizadas y rayos no son objeto de simulación en los modelos climáticos mundiales.

GTI TIE Sección 9.3.6

 

4.9 El forzamiento de los gases de efecto invernadero en el siglo XXI podría poner en marcha cambios potencialmente repentinos, a gran escala, no lineales y de graves resultados en sistemas físicos y biológicos tanto en los próximos decenios como a lo largo de los milenios, con una amplia gama de probabilidades asociadas.

 
4.10

El sistema climático incluye muchos procesos que interactúan de forma compleja y no lineal, y que pueden originar niveles críticos en el sistema climático (y por consiguiente cambios repentinos). Dichos niveles se podrían exceder si el sistema se viese suficientemente desestabilizado. Estos cambios repentinos y no lineales incluyen unos grandes aumentos de origen climático en los gases de efecto invernadero en los ecosistemas terrestres, el colapso de la circulación termohalina (THC; véase la Figura 4–2), y la desintegración de las capas de hielo de Groenlandia y el Artártico. Algunos de estos cambios tienen una escasa probabilidad de ocurrencia durante el siglo XXI; sin embargo, el forzamiento debido a los gases de efecto invernadero durante el siglo XXI podría poner en marcha cambios que produzcan dichas transiciones en siglos siguientes (véase la Pregunta 5). Algunos de estos cambios (como el de la THC) podrían ser irreversibles durante siglos o milenios. Existe una gran incertidumbre sobre los mecanismos implicados y sobre la probabilidad o escalas temporales de estos cambios; sin embargo, existen pruebas extraídas de testigos de hielo en los polos de que los regímenes atmosféricos pueden alterarse dentro de unos pocos años y de que cambios hemisféricos a gran escala han ocurrido dentro de sólo unos decenios ocasionando graves daños al sistema biofísico.

GTI TIE Secciones 7.3, 9.3.4& 11.5.4; GTII TIE Secciones 5.2 & 5.8; & IEUTCS Capítulos 3 & 4

4.11 Es posible que en el siglo XXI haya un gran aumento en las tasas de emisión de gases de efecto invernadero como resultado de factores climáticos producidos por cambios a gran escala en los suelos y la vegetación. La interacción del calentamiento mundial con otros problemas ambientales y con la actividad humana podría producir un colapso rápido de los ecosistemas existentes. Entre los factores que pudieran ocasionar semejante colapso se incluyen el secamiento de la tundra y los bosques boreales y tropicales, y de las turberas asociadas con dichas zonas; un secamiento de este tipo haría que estas zonas estuviesen propensas a incendios. Estos colapsos podrían provocar unos mayores cambios climáticos con el incremento de las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero de plantas y suelos, y con los cambios en las propiedades de la superficie y el albedo.

GTII TIE Secciones 5.2, 5.8, 5.9; & IEUTCS Capítulos 3 & 4

4.12

Parece muy improbable la aparición de grandes y rápidos cambios en el CH4 atmosférico proveniente de las reducciones en el sumidero químico atmosférico o de la liberación de fuentes sepultadas de CH4. El rápido aumento del tiempo de vida del CH4 debido a grandes emisiones de contaminantes troposféricos no se prevé dentro de la gama de los escenarios del IEEE. Las fuentes de CH4 sepultadas en los depósitos de hidratos sólidos debajo del permafrost y de los sedimentos oceánicos son enormes, mil veces más grandes que la cantidad actual en la atmósfera. Si dichos hidratos se descompusieran debido al calentamiento, se pudiera producir una respuesta climática en la que se emitiera grandes cantidades de CH4; sin embargo, la mayor parte del CH4 gaseoso liberado desde la forma sólida la descomponen las bacterias en los sedimentos y en la columna de agua, limitando de esta manera la cantidad emitida a la atmósfera, a menos que se trate de unas emisiones explosivas y efervescentes. Esta respuesta no se ha cuantificado, pero el registro del CH4 atmosférico durante los pasados 50.000 años no revela ninguna emisión rápida y enorme de CH4.

GTI TIE Sección 4.2.1.1

 
Figura 4– 2: Ilustración esquemática del sistema mundial de circulación oceánica, formado por las principales vías de circulación termohalina Norte-Sur en cada cuenca oceánica, que se juntan en la circulación circumpolar antártica. Las corrientes cálidas de la superficie y las frías en la profundidad se conectan en las escasas zonas de formación de aguas profundas en latitudes altas del Atlántico y alrededor del Antártico (azul), en donde tienen lugar las principales transferencias de calor del océano a la atmósfera. Este sistema de corrientes contribuye en gran medida al transporte y redistribución del calor (como las corrientes que fluyen hacia el Polo en el Atlántico Norte, que aumentan la temperatura en el Noroeste de Europa hasta en 10°C). Las simulaciones indican que la rama de este sistema de circulación correspondiente al Atlántico Norte es especialmente vulnerable a cambios en la temperatura atmosférica y en el ciclo hidrológico. Dichas perturbaciones causadas por el calentamiento mundial podrían desestabilizar el sistema actual, lo que tendría graves impactos en el clima regional o incluso hemisférico. Conviene observar que se trata de un diagrama esquemático y no proporciona los emplazamientos exactos de las corrientes de agua que forman parte de la THC.
 


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