3.26 | Las medidas de adaptación podrían reducir
los efectos adversos del cambio climático y, a menudo, producir efectos
beneficiosos secundarios, aunque no se puedan evitar todos los daños.
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3.27 | Se han identificado numerosas opciones
de adaptación como respuesta a los cambios climáticos que pueden reducir
los efectos adversos y mejorar los beneficios del cambio climático, pero
que pueden producir costos añadidos. No se ha finalizado la cuantificación
de los beneficios y costos y de su variación en las diferentes regiones.
La adaptación al cambio climático puede tener muchas formas, entre ellas
las medidas que adopten las personas para atenuar los efectos o aprovechar
de nuevas oportunidades, y los cambios estructurales y funcionales en
los sistemas naturales como respuesta a una modificación de las presiones
a que están sujetos. Este informe se ha de centrar en las medidas de adaptación
adoptadas por las personas. La gama de opciones incluye la adaptación
reactiva (medidas que se adoptan mientras van cambiando las condiciones
y sin preparación previa) y la adaptación planificada (medidas que se
adoptan mientras van cambiando las condiciones o incluso antes de que
cambien, pero con preparación previa). Las medidas de adaptación pueden
ser llevadas a cabo por organismos privados (individuos, familias o empresas)
o por organismos públicos (organismos locales, regionales o del gobierno
nacional). En el Cuadro 3–6 se dan algunos ejemplos
de las opciones identificadas. Las ventajas y los costos de las opciones
de adaptación, cuya evaluación está por finalizarse, también varía según
las regiones y los organismos. A pesar de que nuestros conocimientos sobre
la adaptación son incompletos y evolucionan constantemente, se han extraído
y resumido algunas conclusiones sólidas. |
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3.28 | Un cambio climático mayor y más rápido
puede plantear mayores problemas de adaptación y mayores riesgos que un
cambio más lento y menos marcado. Las características clave del
cambio climático que hay que tomar en cuenta incluyen la magnitud y velocidad
de los cambios en fenómenos extremos climáticos, la variabilidad y las
condiciones media. Los sistemas naturales y humanos han desarrollo la
capacidad de tolerar una gama de condiciones climáticas, dentro de cuyos
límites el riesgo de daños es relativamente bajo y hay una alta capacidad
de recuperación. Sin embargo, los cambios climáticos que dan como resultado
una creciente frecuencia de fenómenos que se sitúan fuera de los niveles
históricos registrados por dichos sistemas, aumentan el riesgo de daños
graves y de una recuperación incompleta o incluso un desmoronamiento del
sistema. Los cambios en las condiciones media (por ejemplo, los aumentos
en la temperatura media), incluso cuando no producen cambios de variabilidad,
pueden llevar a aumentos en la frecuencia de algunos fenómenos (por ejemplo,
las olas de calor) que sobrepasan los límites de la tolerancia, y la disminución
de la frecuencia de otros (por ejemplo, los períodos fríos) (véase la
Pregunta 4 y la Figura
4–1). |
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3.29 | La mejora de la capacidad de adaptación
puede ampliar o desplazar la gama de acciones para afrontar la variabilidad
y los extremos climáticos y para generar beneficios actuales y futuros.
Muchas de las opciones de adaptación incluidas en la lista del
Cuadro 3–6 ya se emplean para hacer frente a la variabilidad
y a los extremos climáticos actuales, y su uso extendido podrá mejorar
la capacidad presente y futura para abordar estos fenómenos. Pero estas
acciones pueden no ser tan eficaces en el futuro, conforme el cambio climático
crece en cantidad y velocidad. |
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3.30 | Los beneficios directos potenciales
de la adaptación son importantes y pueden reducir los efectos adversos
y mejorar los efectos positivos del cambio climático. Los resultados
de los estudios sobre los impactos futuros del cambio climático indican
posibilidades de adaptación para reducir en gran medida muchos de los
efectos adversos y mejorar los beneficiosos. Por ejemplo, de los análisis
sobre los riesgos de inundaciones costeras producidas por mareas de tempestad
repentinas se desprende que, si la protección costera contra las inundaciones
no cambia respecto a la situación actual, la elevación del nivel del mar
impulsada por el cambio climático podría multiplicar varias veces el número
medio anual de personas afectadas por inundaciones. En cambio, si los
niveles actuales de protección costera contra las inundaciones mejoran
en proporción al crecimiento futuro del PIB, el aumento proyectado se
podría reducir hasta de dos tercios (véase la Figura
3–6). Sin embargo, estimaciones como éstas indican sólo los beneficios
posibles, y no los beneficios probables, de la adaptación, ya que los
análisis suelen basarse en suposiciones bastante arbitrarias sobre las
opciones de adaptación y los obstáculos, a menudo omiten considerar los
cambios en valores extremos y variabilidad del clima, y no toman en cuenta
las previsiones imperfectas. |
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