3.31 | Las estimaciones de los costos de
la adaptación son escasas; las que están disponibles indican que éstos
dependen en gran medida de los criterios de decisión para la selección
y oportunidad de aplicación de las medidas especí ficas de adaptación.
Los mejores estudiados hasta la fecha son quizá los costos de las
medidas de protección de las zonas costeras ante a la elevación del nivel
del mar. Las medidas evaluadas incluyen la construcción de ‘estructuras
duras’ como diques, atracaderos y malecones, y el empleo de ‘estructuras
blandas’ como el llenado de playas con arena y el restablecimiento de
las dunas. Las estimaciones de los costos de la protección costera varían
según las hipótesis que se escojan en el momento de decidir la extensión
costera que hay que proteger, los tipos de estructuras utilizadas, la
fecha de la aplicación de las medidas (que depende a su vez de la velocidad
de la elevación del nivel del mar), y los tipos de descuento aplicables.
Las diferentes hipótesis sobre estos factores permiten estimaciones de
los costos de la protección de las costas de los Estados Unidos frente
a una elevación del nivel del mar de 0,5 m para el año 2100, que varían
entre USD 20 mil millones y USD 150 mil millones en su valor actual. |
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3.32 | Se espera que el cambio climá tico tenga un
impacto negativo sobre el desarrollo, la sostenibilidad y la equidad. |
||
3.33 | Los impactos del cambio climático
han de afectar de forma desproporcionada a los países en desarrollo y
a la población más pobre dentro de todos los países, con el consiguiente
aumento de las desigualdades en materia de acceso a la salud y los alimentos,
agua limpia y otros recursos. Como ya se ha comentado, se prevé
de forma general que las poblaciones en los países en desarrollo se encuentren
expuestas a los riesgos relativamente elevados que plantean los impactos
adversos del cambio climático sobre la salud humana, el suministro de
agua, la productividad agrícola, los bienes y otros recursos. La pobreza,
la ausencia de formación y educación, la falta de infraestructura, la
falta de acceso a tecnologías, la falta de diversidad en las fuentes de
ingresos, una base degradada de recursos naturales, los incentivos poco
racionales, un marco legal inadecuado y unas instituciones públicas y
privadas agobiadas con muchos problemas, crean las condiciones propicias
para una escasa capacidad de adaptación en la mayoría de los países en
desarrollo. La combinación de la exposición a un riesgo alto y una escasa
capacidad de adaptación ponen a la población de los países en desarrollo
en una posición generalmente más vulnerable a los problemas climáticos
que la de los países desarrollados. |
||
3.34 | El empleo de recursos no sostenibles
agrava la vulnerabilidad frente al cambio climático. La transformación
de los hábitat naturales para aplicaciones de la actividad humana, los
grandes niveles de consumo de recursos provenientes del medio ambiente,
las actividades de cultivos y pastoreo que no protegen los terrenos de
la degradación, y la contaminación del aire y del agua pueden reducir
la solidez de los sistemas para hacer frente a las variaciones o cambios
climáticos, además de disminuir la capacidad de estos sistemas para recuperarse
de su degradación. Debido a dichas presiones, los sistemas, y las poblaciones
que extraen de ellos bienes, servicios y medios de subsistencia, son muy
vulnerables al cambio climático. Estas presiones se encuentran presentes
tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, pero
éstos últimos se enfrentan al dilema de cómo alcanzar sus objetivos de
desarrollo sin ejercer una presión no sostenible sobre los sistemas. |
GTII TIE Secciones 1.2.2, |
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3.35 | Los problemas asociados con el cambio
climá tico pueden socavar el avance hacia un desarrollo sostenible.
Las sequías más frecuentes y más intensas pueden aumentar en gran medida
la degradación de las tierras. Los aumentos de la intensidad de las precipitaciones
pueden incrementar las inundaciones y los deslizamientos de tierras y
lodos, y causar una destrucción que, en algunos casos, puede retrasar
el desarrollo durante años. Los avances en la salud y la nutrición se
pueden retrasar en algunas zonas, debido a los impactos de los cambios
climáticos sobre la salud humana y la agricultura. Estos problemas podrían
verse agravados por nuevas obras de infraestructura en zonas intrínsecamente
dinámicas e inestables (por ejemplo, cauces de avenidas, playas que actúan
como barreras, zonas costeras bajas y laderas escarpadas desforestadas). |
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3.36 | Si no se toma en cuenta, el cambio
climá tico puede afectar la eficacia de los proyectos de desarrollo.
Los proyectos de desarrollo a menudo incluyen inversiones en infraestructuras,
instituciones y capital humano para la gestión de recursos sensibles al
clima, como el agua, la energía hidráulica, las tierras agrícolas y los
bosques. Aunque estos factores no se tienen muy en cuenta en el diseño
de los proyectos, el rendimiento de dichos proyectos se puede ver afectado
por el cambio climático y el aumento de la variabilidad climática. Los
análisis han mostrado que en algunos casos conviene incorporar en semejantes
proyectos, con sólo un pequeño costo incremental, cierto grado de flexibilidad
que permita obtener un buen rendimiento en una amplia variedad de condiciones
climáticas y, debido a los riesgos presentes en la actual variabilidad
climática, esa mayor flexibilidad tiene un valor inmediato. |
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3.37 | Muchos de las condiciones para mejorar
la capacidad para la adaptación ante un cambio climático son similares
a las que requiere el fomento del desarrollo sostenible. Entre
los ejemplos de requisitos comunes para mejorar la capacidad de adaptación
y el desarrollo sostenible figuran un mayor acceso a los recursos y la
reducción de desigualdades para acceder a ellos, la mitigación de la pobreza,
el mejoramiento de la educación y formación, la inversión en infraestructuras,
la participación de las partes interesadas en la gestión de recursos locales,
y el aumento de capacidad y eficiencia institucionales. Además, las iniciativas
para reducir el ritmo de la conversión del hábitat natural, la gestión
de prácticas para mejorar la protección de recursos, la incorporación
de prácticas de cultivo y pastoreo que protejan el suelo, y la mejor regulación
de contaminantes pueden reducir nuestra vulnerabilidad frente a los cambios
climáticos, a la vez que nos orientamos hacia un uso más sostenible de
los recursos. |
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