Los instrumentos de los modelos climáticos se aplican a escenarios futuros de los agentes de forzamiento (entre ellos los GEI y los aerosoles) con el fin de elaborar una serie de proyecciones de los cambios climáticos que den una idea de lo que podría ocurrir en el futuro. En la Sección F.1 se describen los escenarios futuros de los agentes de forzamiento definidos en el Informe especial del IPCC sobre escenarios de emisiones (IE-EE), en los que se basan, en la medida de lo posible, los cambios futuros presentados en esta sección. En las Secciones F.2 a F.9 se presentan las proyecciones de los cambios que sufrirá el clima en el futuro de acuerdo con esos escenarios. Por último, en la Sección F.10 se indican los resultados de las proyecciones basadas en escenarios que suponen un futuro en el cual las concentraciones de los GEI se habrán estabilizado.
En 1996, el IPCC comenzó a desarrollar un nuevo conjunto de escenarios de emisiones con el fin de actualizar y reemplazar los ya conocidos escenarios IS92. El nuevo conjunto de escenarios aprobados se describe en el Informe especial del IPCC sobre escenarios de emisiones (IE-EE). A fin de describir de manera coherente las relaciones entre las fuerzas determinantes de la emisiones y su evolución, y para añadir un contexto a la cuantificación de los escenarios, se desarrollaron cuatro líneas evolutivas diferentes. Los 40 escenarios resultantes (35 de los cuales contienen datos sobre toda la gama de gases necesarios para forzar los modelos climáticos) abarcan las principales fuerzas demográficas, económicas y tecnológicas que determinarán las emisiones futuras de GEI y azufre. Cada escenario representa una interpretación cuantitativa específica de una de las cuatro líneas evolutivas. El conjunto de escenarios basados en una misma línea evolutiva constituye una “familia” de escenarios (véase el Recuadro 5, que describe brevemente las principales características de las cuatro líneas evolutivas y familias de escenarios del IE-EE). Los escenarios del IE-EE no incluyen otras iniciativas relacionadas con el clima, lo que significa que ninguno de ellos se basa explícitamente en la hipótesis de cumplimiento de la Convención Marco sobre el Cambio Climático o de los objetivos de emisiones del Protocolo de Kioto. Sin embargo, las políticas no vinculadas al cambio climático que apuntan a muchos otros fines (p.ej., la calidad del aire) influyen directamente en las emisiones de GEI. Por otra parte, las políticas de los gobiernos pueden repercutir, en distinta medida, en los factores determinantes de las emisiones, como el cambio demográfico, el desarrollo social y económico, el cambio tecnológico, el uso de los recursos o la gestión de la contaminación. Esta influencia se refleja ampliamente en las líneas evolutivas y escenarios resultantes.
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Debido a que el IE-EE no fue aprobado hasta el 15 de marzo de 2000, se hizo demasiado tarde para que los expertos en modelización incorporaran en sus modelos los escenarios definitivos aprobados y tuvieran los resultados listos a tiempo para incluirlos en este Tercer Informe de Evaluación. No obstante, se facilitaron escenarios preliminares a los modelizadores del clima para que éstos pudieran aportar su contribución al Tercer Informe de Evaluación, de conformidad con una decisión adoptada en 1998 por la Mesa del IPCC. En ese momento se eligió un escenario de referencia de cada uno de los cuatro grupos de escenarios, sobre la base de sus líneas evolutivas (A1B, A2, B1 y B2). A los efectos de la elección de los escenarios de referencia se tuvo en cuenta la cuantificación inicial que mejor reflejaba la línea evolutiva y las características de los distintos modelos. Los escenarios de referencia no son ni más ni menos probables que cualquier otro escenario, pero se consideran representativos de una línea evolutiva dada. Posteriormente se eligieron también escenarios para ilustrar los otros dos grupos de escenarios (A1FI y A1T) de la familia A1, que exploran concretamente otros adelantos de la tecnología, manteniendo constantes las demás fuerzas determinantes. En consecuencia, hay un escenario ilustrativo de cada uno de los seis grupos de escenarios, y todos ellos son igualmente probables. Dado que los dos últimos escenarios ilustrativos se seleccionaron en una etapa posterior del proceso, los resultados de la modelización con MCGAO que figuran en este informe utilizan únicamente dos de los cuatro escenarios de referencia preliminares. Actualmente, sólo los escenarios A2 y B2 han sido incorporados en más de un MGCAO. A los resultados de los MCGAO se les ha sumado los resultados de modelos climáticos simples que abarcan los seis escenarios ilustrativos. En algunos casos se presenta también el escenario IS92a, para poder hacer una comparación directa con los resultados expuestos en el SIE.
Los cuatro escenarios de referencia definitivos que figuran en el IE-EE difieren en mínimos detalles de los escenarios preliminares utilizados en los experimentos con MCGAO descritos en el presente informe. A fin de esclarecer los efectos probables de las diferencias entre los escenarios preliminares y los escenarios definitivos del IE-EE, se estudió cada uno de los cuatro escenarios de referencia preliminares y definitivos utilizando un modelo climático simple. En tres de los cuatro escenarios de referencia (A1B, A2 y B2), el cambio de temperatura en los escenarios de referencia preliminares fue muy similar al de los escenarios definitivos. La diferencia principal es un cambio hacia los valores normalizados del período comprendido entre 1990 y 2000, un rasgo común a todos estos escenarios. Esto determina un mayor forzamiento en la primera parte del período. Hay además unas pequeñas diferencias en el forzamiento neto, pero van disminuyendo hasta que, en el año 2100, las diferencias en el cambio de temperatura entre ambas versiones de los escenarios son de entre el 1 y el 2%. Sin embargo, en el escenario B1, el cambio de temperatura es considerablemente menor en la versión definitiva, lo que genera una diferencia de casi el 20% en el cambio de temperatura para el año 2100, como consecuencia de una disminución más o menos general de las emisiones de todos los GEI.
En la Figura 17 pueden verse las emisiones antropógenas de los tres GEI más importantes ––CO2, CH4 y N2O––, junto con las emisiones antropógenas de dióxido de azufre, en los seis escenarios ilustrativos del IE-EE. Es evidente que estos escenarios abarcan una amplia gama de emisiones. También se indican, con fines de comparación, las emisiones del escenario IS92a. Cabe destacar en particular que el nivel de las emisiones de dióxido de azufre en los seis escenarios del IE-EE es muy inferior al nivel de los escenarios IS92, debido a cambios estructurales en el sistema de energía y a la preocupación por la contaminación del aire en el ámbito local y regional.
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