2.16 |
También han ocurrido cambios en otros
aspectos importantes del clima (véase el Cuadro
2–1). |
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2.17 | A lo largo del siglo XX se ha observado
un calentamiento constante y de gran escala en la superficie terrestre
y de los océanos, y los mayores aumentos de temperatura se registraron
en latitudes medias y altas de los continentes septentrionales. El
calentamiento de la superficie terrestre fue más rápido que el de la superficie
de los océanos en el período 1976–2000 (véase la Figura
2–6b), y esto coincide con los cambios observados en las variaciones
climáticas naturales, tales como las Oscilaciones del Atlántico Norte
y del Ártico, y con las pautas simuladas de calentamiento debido a gases
de efecto invernadero. Tal y como se describe a continuación, se han comprobado
asociaciones importantes desde el punto de vista estadístico entre el
calentamiento regional y los cambios observados en los sistemas biológicos,
en los entornos de aguas dulces, y terrestres y marinos en todos los continentes. |
GTI TIE Secciones 2.2.2, 2.6.3, & 2.6.5, & GTII TIE Sección 6.3
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2.18 | Los episodios de calentamiento del fenómeno
El Niño Oscilación Meridional (ENOM) han sido más frecuentes, persistentes
e intensos desde mediados del decenio de 1970, si los comparamos con los
100 años anteriores. El ENOM afecta de manera sistemática a las variaciones
regionales de temperatura y precipitación en la mayoría de las zonas tropicales
y subtropicales y algunas zonas de latitudes medias. Sin embargo, a partir
de las simulaciones no se desprende claramente que el calentamiento del
planeta diera como resultado una mayor frecuencia de fenómenos relacionados
con El Niño. |
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2.19 | Algunos aspectos importantes del clima
parecen no haber cambiado. Algunas zonas del planeta no se han
calentado en los decenios recientes, sobre todo algunas partes de los
océanos del Hemisferio Sur y algunas áreas del Antártico (véase la Figura
2–6b). La placa de hielo marino en el Antártico ha permanecido
casi estable o incluso ha crecido desde el 1978, año en que comenzamos
a contar con mediciones fiables tomadas por satélites. Los análisis actuales
no permiten extraer conclusiones sobre la probabilidad de cambios en la
frecuencia de los tornados, días de tormentas o granizadas en las pocas
regiones específicas que han sido estudiadas. Además de esto, la insuficiencia
de datos y los análisis divergentes siguen impidiendo una evaluación de
los cambios en la intensidad de los ciclones tropicales y extratropicales
y en las tormentas locales severas en latitudes medias. |
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