Figura 16: a)
Estimaciones de los “factores de escala” por los cuales debe multiplicarse la
amplitud de varias señales simuladas mediante modelos a fin de reproducir los
cambios correspondientes en el registro de observaciones. Las barras verticales
indican el intervalo o margen de incertidumbre de entre 5 y 95% que se debe a
la variabilidad interna. Si un intervalo abarca la unidad, ello significa que
esa combinación de amplitud de forzamiento y respuesta simulada por el modelo
concuerda con el cambio respectivo observado, mientras que, si un intervalo abarca
el cero, ello significa que la señal simulada por ese modelo no es detectable.
Las señales se definen como la respuesta media conjunta al forzamiento externo
expresada en temperaturas a gran escala (>5 000 km) cercanas a la superficie durante
el período comprendido entre 1946 y 1996, en comparación con el promedio correspondiente
al período 1896-1996. El primer asiento (G) muestra el factor de escala y el intervalo
de confianza de entre 5 y 95% obtenido a partir de la hipótesis de que las observaciones
reflejan solamente una respuesta a los gases de efecto invernadero (GEI) más la
variabilidad interna. El intervalo es muy inferior a uno (en consonancia con los
resultados de otros modelos), lo que significa que los modelos forzados únicamente
con GEI predicen en forma por demás excesiva la señal de calentamiento observada.
Los ocho asientos siguientes muestran los factores de escala correspondientes
a las respuestas simuladas por modelos al forzamiento causado por GEI y sulfatos
(GS); en dos casos se incluye el forzamiento indirecto de sulfatos y ozono troposférico
y en uno de ellos, además, el agotamiento del ozono estratosférico (GSI y GSIO,
respectivamente).Todos los intervalos, salvo uno (CGCM1), son congruentes con
la unidad.Por lo tanto, hay pocas pruebas de que los modelos pronostican sistemáticamente
en forma insuficiente o excesiva la amplitud de la respuesta observada cuando
parten de la hipótesis de que las señales GS y la variabilidad interna simuladas
por modelos son una representación adecuada (en otras palabras, que el forzamiento
natural tuvo un efecto neto reducido en este diagnóstico). La variabilidad residual
observada concuerda con esta hipótesis en todos los casos excepto en uno (ECHAM3,
señalado con un asterisco). Uno se ve obligado a utilizar esta hipótesis para
poder incluir modelos para los cuales se dispone únicamente de una simulación
de la respuesta antropógena, pero las estimaciones de la incertidumbre en estos
casos de una sola señal son incompletas, ya que no tienen en cuenta la incertidumbre
en la respuesta inducida por forzamientos naturales. Estos intervalos indican,
sin embargo, la gran confianza con que puede descartarse la variabilidad interna,
tal como la simulan estos diversos modelos, como forma de explicar los cambios
recientes en la temperatura cercana a la superficie. Los tres asientos siguientes
– que permiten hacer un análisis más completo de la incertidumbre – muestran los
factores de escala aplicados a las señales individuales de los GEI (G), los sulfatos
(S), la combinación de fuerzas solares y volcánicas (N), el forzamiento solar
por sí solo (So) y el forzamiento volcánico por sí solo (V), en los casos en que
se han realizado las simulaciones pertinentes. En esos casos se calculan muchos
factores simultáneamente, para tener en cuenta la incertidumbre en cuanto a la
amplitud de la respuesta inducida por forzamientos naturales. La incertidumbre
aumenta pero la señal de los GEI sigue detectándose de manera constante. En un
caso (ECHAM3) el modelo parece asignar un valor excesivo a la respuesta correspondiente
a los GEI (el intervalo del factor de escala de la señal G no abarca la unidad),
pero este resultado depende en parte del componente de la simulación de control
que se utilice para definir el espacio de detección.Tampoco se sabe cuál sería
la respuesta si se incluyera una señal volcánica. En los casos en que se incluye
tanto el forzamiento solar como el volcánico (HadCM2 y HadCM3), las señales G
y S siguen siendo detectables y congruentes con la unidad, con independencia de
que las señales naturales se calculen en forma conjunta o separada (lo que hace
que surjan errores diferentes en las respuestas S y V).
b) Estimaciones de las contribuciones al calentamiento medio mundial durante el
siglo XX, sobre la base de los resultados indicados en a), con intervalos de confianza
de entre 5 y 95%. A pesar de que las estimaciones varían de acuerdo con la señal
del modelo y la hipótesis de forzamiento considerada, y son más inciertas cuando
se estima más de una señal, todas indican una contribución importante del cambio
climático antropógeno al calentamiento observado durante el siglo XX. [Basado
en la Figura 12.12]