Figura 5–5: La absorción
neta reciente de carbono sobre las tierras se debe en parte a la mejora de la
absorción de CO2 con el crecimiento de las plantas, con un intervalo
antes de que este carbono vuelva a la atmósfera mediante la descomposición de
dichas plantas y la materia orgánica del suelo. Varios procesos contribuyen
a la mejora en el crecimiento de las plantas: los cambios en la gestión y uso
del suelo, el efecto fertilizante de cantidades elevadas de CO2 y nitrógeno,
y algunos cambios climáticos (como una mayor temporada de crecimiento de las plantas
en altas latitudes). Una gama de simulaciones (identificadas por sus siglas en
la figura) proyectan un continuo aumento en la fuerza de la absorción neta de
carbono sobre las tierras durante algunos decenios, para luego estabilizarse o
incluso disminuir a finales del siglo XXI por razones explicadas en el texto.
Los resultados simulados ilustrados se obtienen a partir del escenario IS92a,
pero se extraen conclusiones parecidas con el empleo de otros escenarios.