Figura 2–2: La influencia
de los factores externos sobre el clima puede compararse en términos generales
utilizando el concepto de los forzamientos radiativos. Dichos forzamientos
radiativos surgen de los cambios en la composición atmosférica, la alteración
de la reflectancia de la superficie terrestre, debida a cambios en el uso de las
tierras, y la variación de la producción del sol. Con la excepción de la variación
solar, hay alguna forma de actividad humana asociadas con cada uno de estos fenómenos.
Las barras rectangulares representan las estimaciones de las contribuciones de
estos forzamientos, algunos de los cuales producen calentamiento y otros, enfriamiento.
No se muestran los forzamientos debidos a fenómenos volcánicos, que causan forzamientos
negativos que sólo duran unos años. El efecto indirecto de los aerosoles que se
indica son los efectos sobre el tamaño y el número de pequeñas gotitas en las
nubes. Tampoco se muestra un segundo efecto indirecto de los aerosoles sobre las
nubes, concretamente, su efecto sobre el tiempo de vida de la nube, l que también
produciría un forzamiento negativo. Los efectos de la aviación sobre los gases
de efecto invernadero se incluyen en cada una de las barras. La línea vertical
que se cruza las barras rectangulares indica una gama de estimaciones, que se
guían por el abanico de los valores publicados de los forzamientos y por nuestros
conocimientos actuales de los aspectos físicos del fenómeno. Algunos de estos
forzamientos presentan un mayor grado de certeza que otros. Una línea vertical
sin una barra rectangular denota un forzamiento para el que no se puede dar una
mejor estimación debido al gran número de incertidumbres. Tal como se ha indicado,
el nivel general de nuestros conocimientos científicos sobre cada uno de los forzamientos
varía considerablemente. Algunos de los agentes de forzamiento radiativo (el CO2,
por ejemplo) se encuentran muy mezclados por todo el planeta, desestabilizando
el equilibrio mundial del calor. Otros (por ejemplo, los aerosoles) representan
perturbaciones que son más poderosas en una regiones que en otras, ya que están
distribuidas de forma irregular. Los forzamientos radiativos continúan siendo
una herramienta muy útil para estimar, en primer lugar, los impactos relativos
del clima, como la respuesta de la temperatura media relativa en la superficie
de la Tierra debida a perturbaciones inducidas radiativamente, pero estas estimaciones
de forzamientos medios relativos no son necesariamente indicadores de los aspectos
detallados de posibles respuestas climáticas (por ejemplo, los cambios climáticos
regionales).