Dentro de este amplio cuadro, algunos sectores se verán sustancialmente
afectados por la mitigación. Con respecto al caso de referencia, la industria
del carbón, que genera los productos de mayor consumo de carbono, afronta
una decadencia casi inevitable a largo plazo, en relación con la proyección
inicial. Ciertas tecnologías todavía en desarrollo, como la eliminación
y almacenamiento del CO2 en las plantas que queman carbón
y la gasificación in-situ, podrían desempeñar un papel
en el futuro para mantener la producción de carbón, evitando a
la vez las emisiones de CO2 y de otros gases. Se prevén efectos
particularmente importantes en el sector del carbón, derivados de políticas
tales como la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles
o la restructuración de los impuestos sobre la energía, de modo
de gravar el contenido de carbono más que el contenido de energía
de los combustibles. Es un resultado bien establecido que la eliminación
de los subsidios provocaría sustanciales reducciones en las emisiones
de GEI y estimularía a la vez el crecimiento económico. Pero los
efectos en cada país dependerán en gran medida del tipo de subsidio
eliminado y de la viabilidad comercial de las fuentes alternativas de energía,
incluso del carbón importado.
La industria del petróleo enfrenta también una potencial decadencia
relativa, aunque pueda resultar moderada por la falta de productos sustitutivos
para el petróleo en el transporte, la sustitución de los combustibles
sólidos por combustibles líquidos en la generación de electricidad
y la diversificación de la industria en el suministro de energía
en general.
En la Tabla RT.6 se muestran varios resultados de modelos sobre los impactos de la implantación del Protocolo de Kioto en los países exportadores de petróleo. Cada modelo utiliza una medida diferente de impacto, y muchos emplean diferentes grupos de países en su definición de exportadores de petróleo. Pero todos los estudios demuestran que el uso de los mecanismos de flexibilidad reducirá el costo económico para los productores de petróleo.
Los estudios muestran, pues, una amplia gama de cálculos acerca del
impacto de las políticas de mitigación sobre la producción
y las rentas del petróleo. Gran parte de esas diferencias son atribuibles
a los supuestos acerca de: la disponibilidad de reservas de petróleo
convencionales, el grado de mitigación necesario, el empleo del comercio
de emisiones, el control de otros GEI aparte del CO2 y el uso de
sumideros de carbono. Pero todos los estudios muestran un crecimiento neto en
la producción y en las rentas del petróleo hasta 2020 por lo menos,
y un impacto considerablemente menor sobre el precio real del petróleo
que el que ha resultado de las fluctuaciones del mercado en los últimos
30 años. En la Figura RT.9 se muestra la proyección
de los precios reales del petróleo hasta 2010 tomada del Panorama de
la energía mundial en 1998 de la AIE y la implantación del efecto
de Kioto tomada del modelo G-Cubed, el estudio que muestra la mayor caída
en las rentas de la Organización de los Países Exportadores de
Petróleo (OPEP) en la Tabla RT.6. La pérdida del 25% en las rentas
de la OPEP en el escenario sin comercio implica una caída del 17 % en
los precios del petróleo, que se muestra en la figura para 2010; esto
se reduce a una caída de apenas algo más del 7 % con el comercio
del Anexo I.
Tabla RT-6: Costos de la implantación del protocolo de Kioto para las regiones/países exportadores de petróleoa | |||
Modelob | Sin comercioc | Con comercio del Anexo I | Con “comercio mundial” |
G-Cubed | -25% ingresos de petróleo | -13% ingresos de petróleo | -7% ingresos de petróleo |
GREEN | -3% ingreso real | “pérdida sustancialmente reducida” | N/A |
GTEM | 0.2% pérdida PIB | <0.05% pérdida PIB | N/A |
MS-MRT | 1.39% pérdida bienestar | 1.15% pérdida bienestar | 0.36% pérdida bienestar |
OPEC Modelo | -17% ingresos OPEP | -10% ingresos OPEP | -8% ingresos OPEP |
CLIMOX | N/A | -10% ingresos algunos exportadores de petróleo | N/A |
a La definición
de país exportador de petróleo varía: para G-Cubed
y el modelo OPEP, son los países de la OPEP, para GREEN es un grupo
de países exportadores de petróleo, para GTEM son México
e Indonesia, para MS-MRT es la OPEP + México y para CLIMOX son los
exportadores de petróleo de Asia occidental y África septentrional. b Todos los modelos consideran la economía mundial hasta 2010 con mitigación conforme a las metas del Protocolo de Kioto (generalmente en los modelos se aplica a la mitigación de CO2 antes de 2010 más que a las emisiones de GEI hasta 2008-2012), obtenida aplicando un impuesto sobre el carbono o permisos de emisión subastados con ingresos reciclados mediante pagos únicos a los consumidores; no se toman en cuenta en los resultados los beneficios subsidiarios, como las reducciones de daños debidos a la contaminación atmosférica local. c Todos los modelos consideran la economía mundial hasta 2010 con mitigación conforme a las metas del Protocolo de Kioto (generalmente en los modelos se aplica a la mitigación de CO2 antes de 2010 más que a las emisiones de GEI hasta 2008-2012), obtenida aplicando un impuesto sobre el carbono o permisos de emisión subastados con ingresos reciclados mediante pagos únicos a los consumidores; no se toman en cuenta en los resultados los beneficios subsidiarios, como las reducciones de daños debidos a la contaminación atmosférica local. |
Estos estudios no tienen en cuenta, por lo general, alguna de las siguientes políticas y medidas que podrían disminuir el impacto sobre los exportadores de petróleo, y a veces ninguna de ellas:
Además, los estudios no incluyen en general las siguientes políticas y efectos que pueden reducir el costo total de la mitigación:
Como resultado, los estudios tal vez tienden a sobrestimar tanto los costos para los países exportadores de petróleo como los costos generales.
Figura RT-9: Precios reales del petróleo y efectos de la ejecución del protocolo de Kioto. |
Los estudios de modelización sugieren que las políticas de mitigación pueden tener el impacto mínimo sobre el petróleo, el impacto máximo sobre el carbón y algún impacto intermedio sobre el gas; esos resultados han sido comprobados pero de forma incompleta. La gran diversidad entre los estudios en cuanto a los efectos de la mitigación sobre la demanda de gas está asociada con la importancia de su disponibilidad en diferentes lugares, sus pautas de demanda específicas y el potencial del gas para sustituir al carbón en la generación de energía.
Estos resultados difieren de las tendencias recientes, que muestran que el uso del gas natural aumenta más rápido que el uso del carbón o del petróleo. Pueden explicarse del modo siguiente. En el sector del transporte, el mayor usuario de petróleo, la tecnología y la infraestructura actuales no permitirán demasiado cambio del petróleo a alternativas de combustibles no fósiles en los países del Anexo I antes de 2020 aproximadamente. Los países del Anexo B sólo podrán cumplir con sus compromisos asumidos en el Protocolo de Kioto reduciendo el uso general de energía y esto provocará una reducción en la demanda de gas natural, a menos que sea compensada mediante una conversión hacia el consumo de gas natural para la generación de energía. La modelización de ese cambio sigue siendo limitada en esos modelos.
En general, con respecto al sector electricidad, las políticas de mitigación requieren o directamente ofrecen incentivos para aumentar el uso de tecnologías con cero emisiones (como las energías nuclear, hidroeléctrica y otras renovables) y tecnologías generadoras con menor emisión de GEI (como el gas natural de ciclo combinado). O bien, en segundo lugar, impulsan indirectamente su mayor utilización mediante enfoques más flexibles que aplican un impuesto o requieren un permiso para emitir GEI. De cualquier modo, el resultado será un desplazamiento en la combinación de los combustibles empleados para generar electricidad hacia un mayor uso de tecnologías de generación con cero o escasas emisiones, apartándose de los combustibles de origen fósil que son mayores emisores.
La energía nuclear tendría considerables ventajas como resultado de las políticas de mitigación de los GEI, porque la energía del combustible nuclear produce GEI en ínfima cantidad. A pesar de esta ventaja, no se considera que la energía nuclear sea la solución al problema del calentamiento del planeta en muchos países. Las cuestiones principales son: 1) los altos costos en comparación con las CCGT alternativas, 2) la aceptación del público con respecto a la seguridad de operación y los desechos, 3) la seguridad de la gestión de los desechos radiactivos y el reciclaje del combustible nuclear, 4) los riesgos del transporte de combustible nuclear y (5) la proliferación de armas nucleares.
Salvo que resulten rápidamente accesibles los vehículos muy eficientes (como los de pila de combustible), existen pocas opciones disponibles para reducir el uso de energía en el transporte a corto plazo, que no impliquen importantes costos económicos, sociales o políticos. Ningún gobierno ha mostrado aún políticas capaces de reducir la demanda general de movilidad y todos los gobiernos encuentran políticamente difícil contemplar esas medidas. Es muy probable que se obtengan sustanciales mejoras adicionales en la eficiencia energética de las aeronaves mediante políticas que aumenten el precio de los viajes aéreos y por lo tanto reduzcan la cantidad de los mismos. Las elasticidades de la demanda en los precios estimados son del orden de -0,8 a -2,7. Elevar el precio de los viajes aéreos mediante impuestos tropieza con varios obstáculos políticos. Muchos de los tratados bilaterales que rigen actualmente el funcionamiento del sistema de transporte aéreo contienen disposiciones sobre exención de impuestos y derechos que no correspondan al costo de explotación y al mejoramiento del sistema.
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