La CMCC (Artículo 2) tiene como objetivo último “la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático”.14 Además, en la Convención (Artículo 3.3) se declara que “las políticas y medidas para hacer frente al cambio climático deberían ser eficaces en función de los costos a fin de asegurar beneficios mundiales al menor costo posible”.15 En esta sección se informa sobre la bibliografía acerca de los costos de las políticas de mitigación de los gases de efecto invernadero en los niveles nacional, regional y mundial. Se notifican las ganancias o pérdidas de bienestar netas, incluso (cuando están disponibles) los beneficios subsidiarios de las políticas de mitigación. En estos estudios se emplea la gama completa de instrumentos analíticos descritos en el capítulo anterior. Estos van de los modelos inductivos (de lo particular a lo general) tecnológicamente detallados a modelos deductivos globales (de lo general a lo particular), que vinculan al sector de la energía con el resto de la economía.
IEn los modelos y enfoques “de lo particular a lo general” de tecnología detallada, el costo de la mitigación se deriva de la suma de costos tecnológicos y de combustible, tales como: costos de inversión, funcionamiento y mantenimiento, compra de combustible, pero también (y esta es una tendencia reciente) los ingresos y costos de las importaciones y exportaciones.
Los modelos pueden ordenarse según dos ejes de clasificación. Primero, van de los simples cálculos de ingeniería-economía efectuados tecnología por tecnología a modelos integrales de equilibrio parcial de sistemas completos de energía. En segundo término, van del cálculo estricto de los costos técnicos directos de la reducción de emisiones a la consideración del comportamiento observado de adopción de tecnologías por los mercados y de las pérdidas de bienestar debidas a la demanda de reducciones y a las ganancias y pérdidas de ingresos debidas a los cambios en el comercio.
Esto lleva a contrastar dos enfoques generales, a saber: el enfoque de ingeniería-economía
y la modelización del equilibrio con costo mínimo. En el primer
enfoque, se evalúa independientemente cada tecnología mediante
una contabilidad de sus costos y ahorros. Una vez estimados esos elementos,
puede calcularse un costo unitario para cada medida y cada medida puede ordenarse
según sus costos. Este enfoque es muy útil para señalar
los potenciales de reducciones de costos negativas debido a la ‘brecha
de eficiencia’ entre las mejores tecnologías disponibles y las
tecnologías utilizadas actualmente. Pero su limitación más
importante es que los estudios descuidan o no tratan de manera sistemática
la interdependencia de las diversas medidas bajo examen.
Los modelos de costo mínimo de equilibrio parcial han sido construidos
para remediar este defecto, considerando todas las medidas simultáneamente
y seleccionando el paquete de medidas óptimo en todos los sectores y
en todas las épocas. Estos estudios más integrales llegan a la
conclusión de costos totales de la mitigación de GEI superiores
a los estudios estrictos tecnología por tecnología. A partir de
un marco de optimización, dan resultados muy fácilmente interpretables
comparando una respuesta óptima con una situación de referencia
óptima; sin embargo, su limitación es que raramente calibran el
año de base del modelo con la situación no óptima existente
e implícitamente suponen una referencia óptima. En consecuencia,
no aportan información acerca de los potenciales de costos negativos.
Desde la publicación del SIE, los enfoques de lo particular a lo general han producido abundantes nuevos resultados, tanto para países del Anexo I como otros no incluidos en el Anexo I, así como para grupos de países. Además, han extendido su alcance mucho más allá de los clásicos cómputos de costos de reducción directa de emisiones, incluyendo los efectos de la demanda y algunos efectos comerciales.
Sin embargo, los resultados de la modelización muestran considerables variaciones de un estudio a otro, que se explican por varios factores, algunos de los cuales reflejan las condiciones muy diferentes que prevalecen en los países estudiados (p.ej., la dotación de recursos energéticos, el crecimiento económico, la intensidad de la energía, la estructura industrial y comercial) y otros debidos a los supuestos de la modelización y a los supuestos acerca de los potenciales de costos negativos.
Pero, como en el SIE, existe acuerdo sobre un potencial sin pesar que resulta de la reducción de las imperfecciones existentes en el mercado, la consideración de beneficios subsidiarios y la inclusión de dobles dividendos. Esto significa que pueden realizarse algunas medidas de mitigación con costos negativos. El potencial sin pesar se debe a las imperfecciones existentes en el mercado o institucionales, que impiden que se adopten medidas de reducción de emisiones eficaces en función de los costos. La cuestión clave es si esas imperfecciones pueden ser eliminadas mediante medidas de política que sean eficaces en función de los costos.
El segundo mensaje importante de política es que los costos marginales de la descontaminación a corto y mediano plazo, que rigen la mayor parte de los impactos macroeconómicos de las políticas sobre el clima, son muy sensibles a la incertidumbre en cuanto a los escenarios de referencia (índice de crecimiento e intensidad energética) y a los costos técnicos. Aun con opciones de costos negativos importantes, los costos marginales pueden aumentar rápidamente más allá de cierto nivel de mitigación previsto. Este riesgo es mucho menor en los modelos que permiten el comercio de carbono. A largo plazo, este riesgo se reduce, ya que el cambio tecnológico rebaja la pendiente de las curvas de costos marginales.
Otra información en esta colección |