Los investigadores distinguen entre los análisis de proyecto, de sector y a escala de la economía. El análisis a nivel de proyecto considera una inversión “autónoma” que se supone tiene impactos secundarios insignificantes sobre los mercados. Entre los métodos empleados para este nivel se cuentan el ACB, el ACE y el análisis de ciclo de vida. El análisis en el nivel de sector examina las políticas sectoriales en un contexto de “equilibrio parcial”, en el cual se supone que todas las demás variables son exógenas. El análisis a escala de la economía explora cómo afectan las políticas a todos los sectores y mercados, usando diversos modelos macroeconómicos y de equilibrio general. Existe una compensación entre el nivel de detalle en la evaluación y la complejidad del sistema considerado. En esta sección se presentan algunos de los supuestos clave que se formulan en el análisis de costos.
Para una evaluación efectiva de las opciones de mitigación del
cambio climático se requiere una combinación de diferentes enfoques
de modelización. Por ejemplo, se ha combinado una evaluación de
proyecto detallada con un análisis más general de los impactos
sectoriales, así como estudios macroeconómicos de impuestos sobre
el carbono con la modelización sectorial de programas más amplios
de inversión en tecnología.
El caso inicial de referencia, que por definición indica las emisiones
de GEI en caso de no aplicarse las intervenciones sobre el cambio climático
que se están estudiando, es crítico para evaluar los costos de
la mitigación del cambio climático. Esto se debe a que la definición
del escenario inicial determina el potencial de futuras reducciones de las emisiones
de GEI, así como los costos de implantar esas políticas de reducción
de emisiones. El escenario inicial tiene también varios supuestos implícitos
importantes acerca de las futuras políticas económicas en los
niveles macroeconómico y sectorial, entre ellos la estructura sectorial,
la intensidad de los recursos, los precios y por lo tanto la opción tecnológica.
Las opciones sin pesar son, por definición, medidas para reducir las emisiones de GEI que tienen costos netos negativos. Los costos netos son negativos porque esas opciones generan beneficios directos o indirectos, como los resultantes de reducciones en fallos del mercado, dobles dividendos mediante reciclaje de ingresos y beneficios subsidiarios, lo suficientemente amplios como para compensar los costos de implantar las opciones. La cuestión sin pesar refleja supuestos concretos acerca del funcionamiento y la eficiencia de la economía, especialmente la existencia y estabilidad de una función de bienestar social, basada en un concepto de costo social:
Las imperfecciones del mercado
La existencia de un potencial sin pesar implica que el mercado y las instituciones
no se comportan perfectamente, por imperfecciones del mercado tales como la
falta de información, señales de distorsión en los precios,
la falta de competencia y/o fallos institucionales relativas a una regulación
inadecuada, una descripción insuficiente de los derechos de propiedad,
sistemas fiscales que provocan distorsiones y la limitación de los mercados
financieros. La reducción de las imperfecciones del mercado sugiere la
posibilidad de identificar e implantar políticas que puedan corregir
esos fallos del mercado e institucionales sin incurrir en costos superiores
a los beneficios obtenidos.
El doble dividendo
El potencial de un doble dividendo dimanante de las políticas de
mitigación del clima se ha estudiado ampliamente en los años noventa.Además
del objetivo principal de mejorar el medio ambiente (el primer dividendo), esas
políticas, si se aplican mediante instrumentos generadores de ingresos
como los impuestos sobre el carbono o los permisos de emisión subastados,
rinden un segundo dividendo, que puede ser aplicado para compensar los costos
brutos de esas políticas. Todas las políticas nacionales sobre
GEI tienen un costo económico indirecto por las interacciones de los
instrumentos de política con el sistema fiscal, pero en el caso de las
políticas generadoras de ingresos este costo queda compensado en parte
(o más que compensado) si, por ejemplo, el ingreso se usa para reducir
los impuestos distorsivos. Que esas políticas generadoras de ingresos
puedan reducir distorsiones en la práctica, depende de que los ingresos
puedan ser “reciclados” o no a la reducción de impuestos.
Beneficios y costos subsidiarios (impactos subsidiarios)
Más arriba se ha dado la definición de impactos subsidiarios.
Como se señaló allí, pueden ser tanto positivos como negativos.
Es importante reconocer que no pueden establecerse los costos brutos y netos
de la mitigación como simple suma de los impactos positivos y negativos,
porque estos últimos están enlazados de modo muy complejo. Los
costos de la mitigación del cambio climático (tanto los costos
brutos como los netos) sólo son válidos en relación con
una amplia estructura de escenario específico y supuestos de política.
La existencia de potenciales sin pesar es una condición necesaria, pero
no suficiente, para la implantación potencial de esas opciones. La implantación
real también requiere la elaboración de una estrategia de política
que sea lo bastante compleja y amplia como para afrontar esos fallos y obstáculos
del mercado e institucionales.
Para una gran variedad de opciones, los costos de la mitigación dependen
del marco normativo que adopten los gobiernos nacionales para reducir los GEI.
En general, cuanta más flexibilidad permita el marco, menores serán
los costos de obtener una reducción determinada. Más flexibilidad
y más socios comerciales pueden reducir los costos. Cabe esperar lo contrario
si las normas son inflexibles y hay pocos socios comerciales. La flexibilidad
puede medirse como la capacidad de reducir las emisiones de carbono al costo
mínimo, tanto a escala nacional como internacional.
Las políticas de mitigación del cambio climático implantadas a nivel nacional tendrán repercusiones, en la mayoría de los casos, sobre el desarrollo económico y social a corto plazo, la calidad del medio ambiente local y la equidad intrageneracional. Las evaluaciones del costo de la mitigación que siguen esta línea pueden encarar esos impactos basándose en un marco de toma de decisiones que incluye varios impactos secundarios del objetivo de la política de reducción de las emisiones de GEI. Esa evaluación apunta a informar a los responsables de tomar decisiones acerca del modo de adoptar con eficacia diferentes objetivos de política, dadas las prioridades de equidad y otras limitaciones para la política (recursos naturales, objetivos medioambientales). Varios estudios internacionales han aplicado un amplio marco de toma de decisiones de ese tipo a la evaluación de las implicaciones para el desarrollo de los proyectos de MDL.
Existen varias conexiones clave entre las cuestiones del costo de la mitigación y los impactos más amplios para el desarrollo de las políticas, comprendidos los impactos macroeconómicos, la creación de empleos, la inflación, los costos marginales de los fondos públicos, la disponibilidad de capital, los efectos derivados y el comercio.
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