CAMBIO CLIMÁTICO 2001:
Efectos, adaptación, y vulnerabilidad
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5.5. América Latina

Hay suficientes pruebas de la variabilidad climática en una amplia gama de escalas temporales en toda América Latina, desde períodos entre estaciones hasta el largo plazo. En muchas subregiones de América Latina, esta variabilidad en el clima normalmente tiene que ver con fenómenos que ya han producido impactos con importantes consecuencias socioeconómicas y medioambientales, que se verían acentuadas por el calentamiento mundial y sus cambios meteorológicos y climáticos conexos.

Las variaciones en las precipitaciones tienen importantes efectos en las escorrentías y los flujos de las corrientes de agua, que se ven afectados simultáneamente por la fusión de los glaciares y la nieve. Las variaciones de las precipitaciones y sus signos dependen de la subregión geográfica de que se trate. La temperatura también en América Latina varía entre las subregiones. Aunque estas variaciones podrían depender del origen y la calidad de la fuente de los datos y de los períodos registrados que se han utilizado en los estudios y análisis, algunas de estas variaciones podrían atribuirse a una condición del cambio climático (confianza baja). [14.1.2.1]

El Niño-Oscilación Austral (ENOA) es la causa de una gran parte de la variabilidad climática a escala interanual en América Latina (confianza alta). La región es vulnerable a El Niño, con impactos que varían en todo el continente. Por ejemplo, El Niño influye en las condiciones de sequedad del nordeste del Brasil, la región Amazónica septentrional, el altiplano peruano-boliviano, y la costa del Pacífico de América Central. Las sequías más intensas que se han producido en México en los últimos decenios han tenido lugar durante los años de El Niño, y el Brasil meridional y en noroeste del Perú han mostrado condiciones de humedad anómalas. La Niña es la causa de fuertes precipitaciones y crecidas en Colombia y de sequía en el Brasil meridional. Si aumentaran El Niño o La Niña, América Latina estaría expuesta a estas condiciones con más frecuencia. [14.1.2]

En algunas subregiones de América Latina se producen con frecuencia episodios extremos, y estas combinaciones extraordinarias de condiciones hidrológicas y climáticas históricamente han producido desastres en América Latina. Los ciclones tropicales junto con fuertes lluvias, inundaciones y movimiento de ladera son muy comunes en América Central y México meridional. En el Noroeste de América del Sur y el nordeste del Brasil, muchos de los episodios extremos guardan una estrecha relación con El Niño. [14.1.2]

5.5.1. Recursos hídricos

Está comprobado el hecho de que en los últimos decenios los glaciares de América Latina han perdido volumen. El calentamiento de las regiones de alta montaña podría dar lugar a la desaparición de una importante superficie de nieve y hielo (confianza media), que podría tener efectos sobre las actividades turísticas y deportivas de montaña. Dado que esta zonas contribuyen a los flujos de los caudales de los ríos, esta tendencia también reduciría la disponibilidad de agua para riego, generación de energía hidroeléctrica y navegación. [14.2.4]

5.5.2. Ecosistemas

Está comprobado que América Latina tiene una de las concentraciones de diversidad biológica más grandes de la Tierra, y cabe esperar que los impactos del cambio climático aumenten el riesgo de pérdida de biodiversidad (confianza alta). La reducción de las poblaciones de ranas y pequeños mamíferos observada en América Central puede tener que ver con el cambio climático regional. Los bosques amazónicos que quedan están amenazados por la combinación de perturbaciones humanas, aumentos en la frecuencia y escala de los incendios, y disminución de las precipitaciones debidas a la pérdida de evapotranspiración, al calentamiento mundial y a El Niño. Los bosques neotropicales estacionalmente secos deben onsiderarse gravemente amenazados en Centroamérica.

La mortalidad de árboles aumenta en las condiciones secas que prevalecen cerca de los límites recién formados de los bosques amazónicos. Los límites, que afectan a una proporción cada vez más grande de los bosques en razón de una mayor deforestación, serían especialmente susceptibles a los efectos de la disminución de las lluvias. En México, resultaría afectado casi el 50% de los bosques tropicales de caducifolias. Las fuertes lluvias durante el episodio ENOA de 1997-1998 generaron cambios drásticos en los ecosistemas de secano de la zona costera septentrional del Perú. El calentamiento mundial ampliaría la zona favorable para los bosques tropicales como tipos vegetación de equilibrio. Ahora bien, las fuerzas que fomentan la deforestación hacen que sea poco probable que los bosques tropicales puedan ocupar esas mayores zonas. Los cambios en el uso de la tierra tienen una interacción con el clima mediante procesos de retroalimentación positiva que aceleran la pérdida de bosques tropicales húmedos. [14.2.1]

5.5.3. Subida del nivel del mar

La subida del nivel del mar afectará a los ecosistemas de manglares al eliminar sus actuales hábitat y crear nuevas zonas inundadas por las mareas a las que podrían desplazarse algunas especies de manglares. Esto podría tener efectos sobre las pesquerías de la región, ya que la mayoría de los mariscos y peces utilizan los manglares como lugares de alevinaje y refugio. La inundación de las costas proveniente de la subida del nivel del mar y las crecidas en las riberas de los ríos y las praderas afectaría a la disponibilidad de agua y tierras agrícolas, exacerbando los problemas socioeconómicos y para la salud en esa zonas. [14.2.3]

5.5.4. Agricultura

Los estudios realizados en Argentina, Brasil, Chile, México y Uruguay –basados en modelos de cultivos y en MCG– proyectan menores rendimientos para numerosos cultivos (por ejemplo, maíz, trigo, cebada y uvas), aun cuando se consideran los efectos directos de la fertilización por el CO2 y la aplicación de medidas de adaptación moderadas a nivel de establecimientos agrícolas (confianza alta). Los aumentos de temperatura pronosticados reducirán los rendimientos de los cultivos de la región al acortar el ciclo de cultivo. Durante los últimos 40 años, la contribución de la agricultura al PIB de los países de América Latina ha sido del orden del 10%. La agricultura sigue siendo un sector muy importante de la economía regional, ya que emplea al 30%-40% de la población económicamente activa. Es también muy importante para la seguridad alimentaria de los sectores más pobres de la población. La agricultura de subsistencia podría verse seriamente amenazada en algunas partes de América Latina, incluido el Brasil nororiental.

Se ha comprobado, aunque en forma incompleta, que el cambio climático reduciría los rendimientos de la silvicultura debido a que la falta de agua suele limitar el crecimiento durante la estación seca, que se prevé será más larga y más intensa en muchas partes de América Latina. En la Tabla RT-11 se resumen estudios realizados en la región para diferentes cultivos y condiciones de gestión, todos en condiciones de secano; la mayoría de estos resultados pronostican impactos negativos, en particular para el maíz. [14.2.2]

Tabla RT-11: Evaluaciones de los impactos del cambio climático en los cultivos anuales de América Latina.
Estudioa
Escenario climático
Alcance
Cultivo
Impacto sobre el rendimiento(%)
Downing, 1992
+3ºC
-25% precipitación
Norte Chico,
Chile
Trigo
disminución
Maiz
aumento
Papas
aumento
Uvas
disminución
Baethgen, 1994
GISS, GFDL, UKMO
Uruguay
Trigo
-30
Cebada
-40 a-30
de Siqueira et al., 1994
GISS, GFDL, UKMO
Brasil
Trigo
-50 a -15
Maiz
-25 a -2
Soja
-10 a +40
Liverman y O' Brien, 1991
GFDL, GISS
Tlaltizapan,
México
Maiz
-20
-24
-61
Liverman et al., 1994
GISS, GFDL, UKMO
México
Maiz
-61 a -6
Sala y Paruelo, 1994
GISS, GFDL, UKMO
Argentina
Maiz
-36 a -17
Baethgen y Magrin, 1995
UKMO
Argentina
Uruguay
(9 sitios)
Trigo
-5 a -10
Conde et al., 1997a
CCCM, GFDL
México
(7 sitios)
Maiz
aumento-disminución
Magrin et al., 1997a
GISS, UKMO,
GFDL, MPI
Argentina
(43 sitios)
Maiz
-16 a +2
Trigo
-8 a +7
Girasol
-8 a +13
Soja
-22 a +21
Hofstadter et al., 1997
Incremental
Uruguay
Cebada
-10b
-8 a +5c
     
Maiz
-15d
-13 a +10c
a Véase información completa sobre las fuentes en la lista de referencia del capítulo 14.
b Para un aumento de 1°C.
c Cambio de –20% a +20% en las precipitaciones.
d Para un aumento de 2°C.

5.5.5. Salud humana

La escala de los impactos del cambio climático sobre la salud en América Latina dependerá principalmente del tamaño, la densidad, la ubicación y la riqueza de las poblaciones. La exposición a olas de calor o de frío tiene efectos sobre las tasas de mortalidad de los grupos en riesgo de la región (confianza media).

Los aumentos en la temperatura afectarían a la salud humana en ciudades con gran contaminación, como Ciudad de México y Santiago de Chile. Está comprobado que el ENOA produce cambios en las poblaciones de portadores de enfermedades y en la incidencia de enfermedades transmitidas por el agua en Brasil, Perú, Bolivia, Argentina y Venezuela. Los estudios realizados en Perú y Cuba indican que los aumentos en la temperatura y la precipitación cambiarían la distribución geográfica de enfermedades infecciosas como el cólera y la meningitis (confianza alta), aunque son especulativas las opiniones sobre cuales serían los cambios en las pautas de las enfermedades en lugares diferentes. Está bien establecido que los episodios extremos tienden a incrementar las tasas de mortalidad y morbilidad (lesiones, enfermedades infecciosas, problemas sociales, y daños a la infraestructura sanitaria), como lo demostraron el huracán Mitch en América Central en 1998, y las fuertes lluvias en México y Venezuela en 1999, y en Chile y la Argentina en 2000. [14.2.5]



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