El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) fue establecido por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en 1988 con el fin evaluar la información científica, técnica y socioeconómica que sea pertinente para comprender el cambio climático inducido por la actividad humana, sus posibles impactos, y las opciones en cuanto a adaptación y mitigación. El IPCC está actualmente organizado en tres grupos de trabajo: el Grupo de trabajo I (GT I), que trata de los cambios climáticos observados y proyectados; el Grupo de trabajo II (GT II), que se ocupa de la vulnerabilidad, los impactos y la adaptación al cambio climático; y el Grupo de trabajo III (GT III), que estudia las opciones para la mitigación del cambio climático.
El presente volumen –Cambio climático 2001: Impactos, adaptaciones y vulnerabilidad– constituye la aportación del IPCC al Tercer Informe de Evaluación (TIE) sobre cuestiones científicas, técnicas, ambientales, económicas y sociales relacionadas con el sistema climático y el cambio climático1. El mandato del GT II para el TIE consiste en evaluar la vulnerabilidad de los sistemas ecológicos, los sectores socioeconómicos y la salud humana al cambio climático, y también los posibles impactos del cambio climático, positivos y negativos, sobre esos sistemas. En la presente evaluación se examina también la viabilidad de la adaptación para aprovechar los efectos positivos del cambio climático y mejorar los efectos negativos. En esta nueva evaluación, que se basa en evaluaciones anteriores del IPCC, se vuelven a examinar las principales conclusiones de los trabajos precedentes y se destacan la nueva información y las implicaciones de los estudios más recientes.
Figure TS-1: Scope of the Working Group II assessment. |
Las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles y los cambios en la cubierta vegetal, están modificando la concentración de constituyentes atmosféricos o las propiedades de la superficie que absorbe o dispersa energía radiante. En la aportación del GT I al TIE –Cambio climático 2001: La base científica– se llega a la conclusión de que, a la luz de nuevas pruebas y teniendo en cuenta las incertidumbres restantes, la mayor parte del calentamiento observado durante los últimos 50 años probablemente se haya debido al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero GEI. Se prevé que los futuros cambios en el clima incluyan más calentamiento, cambios en las pautas y cantidades de las precipitaciones, subida del nivel del mar y cambios en la frecuencia e intensidad de algunos episodios extremos.
Los riesgos que entrañan los cambios climáticos proyectados son altos. Muchos de los sistemas de la Tierra que sostienen a las sociedades humanas son sensibles al clima y sufrirán los impactos de los cambios climáticos (confianza muy alta). Se pueden esperar impactos en la circulación de los océanos; el nivel del mar; el ciclo del agua; los ciclos del carbono y los nutrientes; la calidad del aire; la productividad y la estructura de los ecosistemas naturales; la productividad de la agricultura, los pastizales y los bosques; y la distribución geográfica, el comportamiento, la abundancia y la supervivencia de especies de plantas y animales, incluidos los portadores y huéspedes de enfermedades humanas. Los cambios en estos sistemas en respuesta al cambio climático, así como los efectos del cambio climático sobre los seres humanos, afectarán al bienestar humano, tanto positiva como negativamente. Los impactos sobre el bienestar humano se sentirán a través de cambios en la oferta y en la demanda de agua, alimentos, energía y otros bienes tangibles derivados de estos sistemas, cambios en las oportunidades para utilizar el medio ambiente con fines de recreación y turismo distintos del consumo, cambios en el valor de la no utilización de medio ambiente como valor cultural y valor de preservación, cambios en los ingresos, cambios en la pérdida de bienes y vidas a causa de episodios climáticos extremos, y cambios en la salud humana. Los impactos del cambio climático influirán en las perspectivas del desarrollo sostenible en diferentes partes del mundo y puede que den lugar a la ampliación de las desigualdades existentes. Los impactos serán diversos en cuanto a su distribución entre las personas, los lugares y el momento en que se produzcan (confianza muy alta), lo que planteará importantes cuestiones de equidad.
Aunque es evidente que lo que está en juego es muy importante, los riesgos que entraña el cambio climático son más difíciles de establecer. Los riesgos son una función de la probabilidad y magnitud de diferentes tipos de impactos. En el informe del GT II se evalúan los avances de los conocimientos sobre los impactos de los estímulos climáticos a que pueden estar expuestos los sistemas, la sensibilidad de los sistemas expuestos a cambios de estímulos climáticos, su capacidad de adaptación para mitigar o hacer frente a los impactos adversos o mejorar los favorables, y su vulnerabilidad a los impactos adversos (véase el Recuadro 1). Entre los posibles impactos se incluyen los que amenazan con producir daños sustanciales e irreversibles a algunos sistemas, o la pérdida de éstos, durante el próximo siglo, los impactos moderados a los que pueden adaptarse fácilmente los sistemas y los impactos que serían favorables para algunos sistemas.
La Figura RT-1 representa el ámbito de la evaluación del GT II y su relación con otras partes del sistema de cambio climático. Las actividades humanas que modifican el clima exponen a los sistemas naturales y humanos a un conjunto alterado de causas de estrés o estímulos. Los sistemas que son sensibles a estos estímulos sufren los efectos o los impactos de los cambios, que pueden desencadenar adaptaciones autónomas o previstas. Estas adaptaciones autónomas darán nuevas formas a los impactos residuales o netos del cambio climático. Las respuestas de las políticas a estos impactos ya percibidos, o en previsión de posibles impactos futuros pueden consistir en adaptaciones planificadas para atenuar los efectos adversos o aprovechar los beneficiosos. Estas respuestas también pueden consistir en acciones para mitigar el cambio climático mediante la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el aumento de los sumideros. La evaluación del GT II centra su atención en la exposición, los impactos y las vulnerabilidades ––recuadro central de la Figura RT-1–– y en la conexión a la política de adaptación.
Recuadro 1. Mandato para la evaluación
Sensibilidad, capacidad de adaptación y vulnerabilidad al cambio climático Sensibilidad es el grado por el que está afectado un sistema, en sentido perjudicial o en sentido beneficioso, por razón de estímulos relacionados con el clima. Los estímulos relacionados con el clima abarcan todos los elementos del cambio climático, incluido el promedio de características del clima, la variabilidad climática y la frecuencia y magnitud de casos extremos. El efecto puede ser directo (por ejemplo un cambio del rendimiento de cosechas en respuesta a un cambio del valor medio de la amplitud o de la variabilidad de la temperatura) o indirecto (p. ej., daños causados por un aumento de la frecuencia de inundaciones en la costa por razón de que suba el nivel del mar). Capacidad de adaptación es la habilidad de un sistema de ajustarse al cambio climático (incluida la variabilidad del clima y sus extremos) para moderar daños posibles, aprovecharse de oportunidades o enfrentarse a las consecuencias. Vulnerabilidad es el grado por el cual un sistema es susceptible o incapaz de enfrentarse a efectos adversos del cambio climático, incluidas la variabilidad y los extremos del clima. La vulnerabilidad es función del carácter, magnitud y rapidez del cambio climático y de la variación a la que un sistema está expuesto, de su sensibilidad y de su capacidad de adaptación. |
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