8.21 |
Las interacciones entre el cambio climático
y otros problemas ambientales ofrecen oportunidades para captar sinergias
en la elaboración de opciones de respuesta, el mejoramiento de los beneficios
y la reducción de los costos (véase la Figura
1–1).
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8.22 |
Si se aprovechan las sinergias, algunas
medidas de mitigación de los gases de efecto invernadero pueden producir
grandes beneficios secundarios para varios otros problemas ambientales,
pero también puede haber efectos negativos. Entre los ejemplos
se incluyen, entre otros, la reducción de los efectos ambientales negativos
como la contaminación del aire y los depósitos ácidos; la protección de
bosques, suelos y cuencas hidrológicas; la reducción de subvenciones e
impuestos distorsionantes; y la inducción de un cambio y difusión tecnológicos
más eficiente, lo que contribuirá al objetivo más amplio del desarrollo
sostenible. Sin embargo, según cómo se aborde el cambio climático y otros
problemas ambientales, y el grado en que se tomen en cuenta las cuestiones
interrelacionadas, pueden surgir importantes efectos negativos y costos
imprevistos. Por ejemplo, las opciones de política para la reducción de
emisiones de gases de efecto invernadero en los sectores de energía y
el uso de las tierras, pueden tener efectos positivos y negativos sobre
otros problemas ambientales:
- En el sector de la energía, se podrían reducir las emisiones de gases
de efecto invernadero y de otros contaminantes a nivel local y regional,
mediante un uso más eficiente y ambientalmente racional de la energía
y de una mayor proporción de combustibles fósiles que emiten poco carbono,
unas tecnologías avanzadas para el consumo de combustibles fósiles (por
ejemplo, turbinas muy eficientes de ciclos de gases combinados, células
energéticas y combinaciones de calor y electricidad), y tecnologías
de energías renovables (por ejemplo, un mayor uso de biocombustibles
ambientalmente racionales, energía hidroeléctrica y energía solar, marina
y eólica). Un mayor empleo de la biomasa como sustituto de los combustibles
fósiles podría tener efectos positivos o negativos sobre los suelos,
la diversidad biológica y la disponibilidad del agua, según el tipo
de uso de las tierras al que sustituya y del régimen de gestión.
- En el sector del uso de las tierras, la conservación de yacimientos
biológicos de carbono no sólo impide que el carbono se emita a la atmósfera,
sino que también puede tener un efecto favorable en la productividad
de los suelos, prevenir la pérdida de diversidad biológica y reducir
los problemas de contaminación del aire provenientes de la combustión
de biomasa. El secuestro de carbono mediante la silvicultura de plantación
puede favorecer los sumideros de carbono y proteger los suelos y las
cuencas hidrológicas, pero si se desarrolla de manera impropia puede
tener también efectos negativos sobre la diversidad biológica y la disponibilidad
del agua. Por ejemplo, en algunas aplicaciones, las plantaciones en
monocultivo podrían menoscabar la diversidad biológica local.
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GTIII TIE Secciones 3.6.4, 4.4,
8.2.4, & 9.2.2–5
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8.23 |
A la inversa, al abordar problemas
ambientales distintos al cambio climático, pueden surgir beneficios secundarios
en el clima, pero los vínculos entre los diversos problemas también pueden
producir efectos contraproducentes. Por ejemplo:
- Es probable que las políticas tendentes a reducir la contaminación
de la atmósfera produzcan importantes beneficios en materia de gases
de efecto invernadero. Por ejemplo, el aumento de contaminación a menudo
está asociado con un rápido crecimiento en todas las regiones del sector
de los transportes, que suponen emisiones de partículas y precursores
de la contaminación por el ozono. Si se abordan estas emisiones, para
reducir los efectos sobre la salud humana, la agricultura y la silvicultura,
mediante una creciente eficiencia energética o la introducción de energías
no basadas en combustibles fósiles, se podrá también reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero.
- El control de las emisiones de azufre tiene efectos positivos sobre
la salud humana y la vegetación, pero los aerosoles de sulfato contrarrestan
parcialmente el efecto de calentamiento de los gases de efecto invernadero
y, por lo tanto, el control de tales emisiones puede ampliar el posible
cambio climático. Si las emisiones de azufre se controlan mediante la
desulfurización de los gases de combustión en centrales eléctricas,
se está desaprovechando la energía, además del aumento asociado de las
emisiones de gases de efecto invernadero.
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GTIII TIE Secciones 2.4, 9.2.8,
& 10.3.2, & IEEE
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8.24 |
La adopción de tecnologías y prácticas
ambientalmente racionales ofrecen oportunidades especiales para un buen
desarrollo económico, ambiental y social, a la vez que se evitan las actividades
con un alto coeficiente de gases de efecto invernadero. Por ejemplo,
la aplicación, desde las perspectivas de la demanda y la oferta, de tecnologías
eficientes desde el punto de vista energético, reducen simultáneamente varios
efectos ambientales relacionados con la energía, y pueden disminuir la presión
sobre las inversiones en energía y las inversiones públicas, mejorar la
competitividad de las exportaciones, y aumentar las reservas de energía.
La adopción de practicas agrícolas más sostenibles (en África, por ejemplo)
muestra los efectos mutuamente beneficiosos de la mitigación del cambio
climático, la protección ambiental y los beneficios económicos a largo plazo.
La introducción o expansión de la agrosilvicultura y de una agricultura
con un uso equilibrado de fertilizantes puede mejorar la seguridad de los
alimentos y, al mismo tiempo, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las pautas de desarrollo basadas en una mayor descentralización de las funciones
hacia las ciudades pequeñas y medianas pueden contribuir a frenar la migración
de la población rural a los centros urbanos, reducir las necesidades de
transporte, y permitir el uso de tecnologías ambientalmente racionales (biocombustibles,
energía solar y eólica, y energía hidroeléctrica a pequeña escala) cuando
se exploten las grandes reservas de recursos naturales.
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GTII TIE Sección 7.5.4 & GTIII
TIE Sección 10.3.2
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8.25 |
La reducción de la vulnerabilidad
al cambio climático puede a menudo reducir la vulnerabilidad a otros problemas
ambientales y viceversa. Como ejemplos pueden mencionarse:
- Protección de ecosistemas amenazados: La eliminación de las tensiones
sociales y la gestión sostenible de recursos pueden ayudar a que sistemas
únicos y amenazados puedan soportar los problemas adicionales impuestos
por el cambio climático. Si se tienen en cuenta los cambios climáticos
potenciales y se los integra en las necesidades socioeconómicas y planes
de desarrollo, las medidas para la adaptación al cambio climático y
las estrategias para la conservación de la diversidad biológica pueden
ser más eficaces.
- Gestión del uso de las tierras: Si se aborda o evita la degradación
de las tierras, también se disminuye la vulnerabilidad al cambio climático,
especialmente cuando las estrategias de respuesta tienen en cuenta los
factores sociales y económicos que definen las prácticas del uso de
las tierras, junto con los riesgos adicionales impuestos por el cambio
climático. En regiones en que la deforestación está avanzando y produciendo
una pérdida de carbono y niveles máximos de escorrentía se puede ayudar
a combatir la desertificación mediante el restablecimiento de la vegetación
a través de la forestación (y cuando sea posible la reforestación) y
la revegetación.
- Gestión del agua dulce: Los problemas de disponibilidad, sobreabundancia
y contaminación del agua dulce, muchas veces causados por presiones
demográficas y de desarrollo, pueden verse agravados por el cambio climático.
La reducción de la vulnerabilidad frente a las tensiones relacionadas
con el agua (por ejemplo, mediante la conservación del agua, la gestión
de la demanda de agua, y un uso más eficiente) también reduce la vulnerabilidad
frente a otros problemas ocasionados por el cambio climático.
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GTII TIE Secciones 4.1-2 & 7.5.4
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